lunes, 28 de enero de 2008

EL RIFLE QUE ME DISPARA.






En la mano, una brizna de hierba,
arrancada en primavera, y conservada;
es triste y ha sucedido,
no la veo; se apagó mi estrella,
cómo duele, cuánto duele, cómo lo siento,
y frente a mi, ese rifle del dolor,
que dispara
que hiere y me asombra
por acabar tan pronto,
con todo lo que se quiere.
Las flores blancas, transparentes,
con pétalos manchados en horror y sangre
digieren,
la vida
que innecesaria queda,
entre lágrimas azul cielo.
Me quedan suspiros entre escombros,
ha sido tan inesperado,
una ironía envuelta en vida,
una vida envuelta en ironía,
un caballo desbocado,
el adios, roto más de una vez y,
mis manos como una daga
que intento hendir sin filo,

en el alma
Cuánto me tarda el descanso,
cuánto me tarda la losa,
cómo la necesito, fría;
porque mi mano ya tiembla,
porque mi vista me engaña,
porque mi oído susurra ¡vete, vete!.
Quiero irme, entre espinas, quiero.... quiero.
No quiero verme, mañana.
-
Labián Sixto -

BOFETADAS