miércoles, 30 de abril de 2008

Y DIOS CREÓ AL HOMBRE





Pedí a los dioses ser inmortal, y me lo concedieron. Cuando llevaba ciento cuarenta años en esa situación, la mitad de ellos tirado en un lecho a base de pastillas, inyecciones, dolores infinitos, la visión borrosa y el habla apenas perceptible, les pedí la muerte y aquellos dioses que me habían concedido la inmortalidad, ya no estaban, habían muerto; estaban otros dioses nuevos a los que mi larga vida no les constaba y debido a ello, no estaba en sus manos hacer nada por mi.
Sigo siendo inmortal, ¿de qué me vale?.
Me asusta y me apena ver de vez en cuando en la pantalla de cualquier cadena de televisión, una viejecita que muestran medio dormida, rodeada de un montón de familiares y vecinos, todos ellos risueños, mirando fijamente al objetivo de la cámara y, ante ellos, un gran pastel multicolor sobre el cual se puede leer la cifra 105 y una vela encendida, vela que obligarán que apague la buena mujer a la que en los pulmones ya no le queda fuelle. A continuación, como está la tele, le obligarán a cantar con insistencia y lo hará con voz apenas audible, mostrando el único diente que le queda en el maxilar inferior: "...Cuando Carolina baila, el lajarto mueve el rabo....", luego, sus seres queridos continúan animándola: "Bailache Carolina, bailei si señor, dime con quen bailache....." pero la pobre mujer ya no se entera de nada, se les ha dormido; más la televisión manda, hay que despertarla e informar al público: -¡Oiga!, ¿y esto cuándo sale?....pregunta un sobrino lejano.
Nos empeñamos en contar la edad de las personas, tomando como patrón el día y la noche de todo un año, sin pensar, que la edad de las personas está en su forma de vida y en sus vivencias más ricas o menos ricas, en los conocimientos que adquieren a diario, las emociones, las risas nobles, las que salen del alma, las que suenan como cascabeles, las que te alivian. Las ganas de esperar a que amanezca un nuevo día, para vivirlo a tope, como dicen los jóvenes, a tope guay.
Iba yo en primero de bachiller, apenas diez años, cuando un día le discutí al cura que nos daba clase de religión, que era imposible, que no era cierto -por tanto mentira -, que Matusalén hubiese vivido casi mil años. Se levantó de la silla nervioso, bajó el estrado con una vara en la mano, aguanté el tipo, me cruzó el rostro con la madera y dijo:" Si dios quiso que viviese ochocientos años, puedes estar seguro de que los vivió". A continuación, sin tan siquiera golpearse el pecho por lo que había ocurrido, se sentó y al poco quedó dormido por no perder la costumbre. Aún llevo la marca. De aquel colegio, llevo marcas en toda el alma.
Sigo pidiendo a los dioses me dejen morir de una vez, me cansa la cama, sufro dolores en todo el cuerpo, no escucho ya la música porque estoy sordo, bebo y como a través de una pajita de plástico y me cuesta mucho trabajo tragar, no veo ni huelo unas flores que dicen hay en mi habitación. ¡Cómo las echo de menos! y... aún me queda una eternidad. Los dioses no acuden. Quizás ya no existan. Puede ser. Vida. Vida.

lunes, 28 de abril de 2008

PIRATAS DEL SIGLO XXI






Preguntarle a cualquier niño que quiere ser de mayor, os dirá futbolista o bombero. A mi cuando me lo preguntaban, no recuerdo lo que les decía, no lo quería descubrir porque en mi interior, como una obsesión, llevaba escrito que quería ser contrabandista. Soñaba con ello y muchas noches me veía cruzando el río Miño al frente de una reata de mulas o en un barco veloz, pasando aceite y café a Galicia, siempre pendiente de de la pareja de guardias civiles que vigilaban la orilla del río. El tabaco no me venía a la cabeza en aquella casa de Baldranes, llena de mujeres fantásticas,porque ninguna fumaba, al menos ante mi.
Es que en aquel tiempo, no conocía de la existencia de los piratas, bueno si, por los tebeos y nada más. ¡Ay! si llego a saber que existían en la realidad.... Pues claro que preferiría pirata a cien contrabandistas, pero un pirata entero, sin que le falte una pierna, que no la lleve de madera, o tenga un parche en un ojo. Un pirata con loro al hombro y mirada de mala leche, con una caja bajo el brazo llena de doblones de oro, para repartir entre las buenas gentes del puerto y los niños corriendo tras de mi gritando, ¡Lucaaaas!, ¡Lucaaasss!, ¡Lucaaaaaassss!, el nombre de mi loro.
Si llego a saber que los piratas existen, surcaría los mares en mi barco sin pesados cañones, pero si, con el "rayo verde", un arma que casi nadie conocía, poderosa, en busca de los galeones de la Gran Bretaña. Dejaría que confiados se acercasen y lentamente, a los sones de Pynk Floyd, izaría la bandera pirata para luego, lanzar un disparo con el rayo verde a la base del palo mayor, otro al mesana mientras la gente corre asustada de proa a popa, sin obedecer órdenes, gritando: ¡Tiene el rayo verde!,¡ tiene el rayo verde....!. Otro fogonazo al trinquete, toda la arboladura sobre la cubierta y por último, al bauprés que quedaría colgando ante los asombrados ojos del mascarón de proa. Luego la rendición y un... ¡ despierta, coño, despierta!, ¡qué llevo una hora llamándote!.
Es que me vienen aquellos recuerdos en que, tirado sobre el suelo, jugaba con mi hijo Marcos, con aquel barco pirata y los clips, creo que de Play Móvil. Lo tenía embobado, con los ojos como platos mientras le iba narrando la batalla con pelos y señales, sin equivocarme que es como la quería. Eran unos piratas de plástico que simulaban otros, que no sabía que existían.
Hoy se que existen, los he visto en la tele; sus rostros, sus armas cruzadas al pecho asustan -pena de mi rayo verde-. Los piratas siempre asustaron porque además, tenían una voz profunda, ronca, que les salía de la barriga llena de ron. Esos eran los que me gustaban, que no tenían GPS, ni un satélite a su entera disposición, ni armas de repetición, ni radares, que tanto abordan un pesquero como un moderno carguero. Les vale todo.
Me gustan más los antiguos, los generosos. Me caía bien aquella pelirroja que mandaba un barco corsario, incluso el de la pata de palo y el que subía a la cofa con el cuchillo entre los dientes, y todos ellos, cantando y bebiendo ron de unos barriletes, nada de botellas de cristal.
Me hubiera gustado ser uno de ellos. Ir a la isla del tesoro. No ha podido ser.... No estaba para mi. Seguiré soñando.

miércoles, 23 de abril de 2008

SOLEDADES






Hay dolor en el rostro de la madre, que lleva de la mano a su niño y hay un terrible sufrimiento en ese niño. Aumenta la desesperación cuando tiene que separarse y dejarlo en la soledad de la guardería. La madre ahora, camina a pasos largos, no quiere volver la vista porque de hacerlo, sabe que acudiría a recogerlo. - Es por su bien - le han dicho, y ella asintió. El niño, durante la larguísima mañana, ha sido un ser muy desgraciado, no ha entendido ni entiende la terrible separación en soledad.
Han vivido juntos más de cincuenta años. Claro que han reñido cantidad de veces, pero muchas más se han querido, se han ayudado, han caminado unidos por la vida, unas veces bien otras un poco peor, mientras veían crecer a sus hijos. Hoy un mal aire se ha llevado a su marido; no le importa tener cercanos a los hijos, en esa mañana lluviosa, unicamente mira la caja de madera con unas asas brillantes a los lados, y en ella, lo único que le quedaba y que se van a llevar pronto, dejándola en la más profunda soledad.
Tumbado en su cama, mira al techo sin ver nada. Su pensamiento en esos momentos, vuela en busca de recuerdos de un tiempo pasado muy hermoso. Hoy sabe , sin que se lo digan, que la ha perdido, y es por eso, que el mundo se le ha venido encima. Un día, las risas y las palabras se fueron apagando, y la alegría de otros momentos se iba convirtiendo en ausencia, en frialdad. No sabe ni quiere saber que la vida continúa, y que el tiempo coloca a todos/as en su sitio, de donde nunca debieron de partir. El único amparo que ahora busca, es la soledad.
Ha extendido cartones en el habitáculo de un cajero automático, la larga noche le espera. Quiere permanecer en ese lugar a pesar que los servicios sociales le han querido llevar a un refugio con comida y mejor cama que la que tiene, ha dicho que no, lo único que quiere es que le dejen en paz y que no le rompan su felicidad, de vivir en soledad.
La soledad en ocasiones puede ser muy hermosa, sin que tengas que reir cuando no se tienen ganas, dar la mano a alguien cuando donde mejor la tienes es en el bolsillo, sonreir a la persona odiosa cuando te sonríe con cinismo y hablar cuando lo que necesitas es el silencio.
En ocasiones buscas la soledad, cuando alguien se entromete en tu vida, destroza la familia, y te llega el abandono que no esperabas. Intentas pero es imposible retroceder unos años, para comenzar de nuevo, más cuando unicamente te muestran la espalda y no son capaces de mirar y hablar de frente, te sucede lo que al niño en la guardería, lo que al hombre tumbado en la cama al que seguramente han dado la espalda por otro; lo que le sucede al mendigo de los cartones y lo que sufre y sufrirá esa mujer a la que el destino le ha llevado lo que más quería.
No me gusta la soledad, bueno, de vez en cuando la necesito para poner en orden mis sentimientos. Ahora mismo, andan muy, pero que muy revueltos. Necesito pensar en soledad.

sábado, 19 de abril de 2008

VIERNES DE BOTELLÓN






El sol en el horizonte, a punto de acostarse, enciende su lámpara de mesilla que lo inunda todo de color amarillo, naranja, violeta, rojo..., como aviso previo a todos los seres de la naturaleza, que pronto la oscuridad reinará. También marca la hora en que dará comienzo, la "fiesta" tan esperada por muchos jóvenes.
Como todos los viernes, hay que acudir al punto de reunión en un parque, rodeado de árboles y de bancos de piedra. En medio de la plaza, la figura de bronce de un ilustre marino les vigilará pero, aunque quiera, no podrá emitir juício de lo que allí ocurre y lo que sucederá durante horas.
Por los senderos de arena que conducen a la plazuela, caminan jóvenes de todas las edades, algunos casi niños, que llevan en sus manos o sujetas al pecho, bolsas de plástico multicolores. Los bancos se transforman en mesas y en ellas van colocando ordenadamente botellas de todo tipo, mientras uno de ellos recuerda al grupo que Manolo aún no ha pagado, y el tal Manolo que iba con la sana intención de "gorronear", tiene que depositar los diez euros con cara de fastidio y sonrisa de imbécil porque le han descubierto.
Se han formado muchos grupos y en cada uno de ellos, se comienza a llenar grandes vasos de plástico de alcohol. Hay jóvenes, que beberán a tragos cortos y espaciados, conocen sobradamente que la noche es larga. Por el contrario, los casi niños, con la ansiedad de la edad, como si se fuera a terminar aquel licor que les hace doler la garganta,que en principio los pone eufóricos, beben continuamente. María, Elena y Luísa, casi niñas, sentadas con sus vasos en el bordillo del jardín, ríen y ríen sin motivo alguno, mientras se golpean la espalda y alzan sus tiernos brazos para "llénármelo de una puta vez". Pero es que al rato, todos los presentes gritan, cantan y hablan en voz muy alta, afónicos. -¿Qué sucede?-. - Hay dos ahí peleándose -. Es cierto, un gran corro formado por la gente y en el medio dos chavalillos que se tiran de los pelos, giran y giran ante los mirones sin tocarse la cara, sin práctica porque la práctica la da la vida y el deambular por barrios de mala muerte. Más tarde, mientras se llevan a la boca el último brebaje que les tumbará en la hierba, se piden perdón llorando, y se funden en un abrazo que de momento y a duras penas les sostiene de pié.
No lejos, el silencio de la noche lo rompe la sirena de una ambulancia. Las sirenas de las ambulancia lo único que consiguen es sobresaltar a todas las personas. Lo mismo pienso de los coches de policía y los bomberos, ¿no podrían hacer sonar algo más armonioso?....La ambulancia ha llegado a la plazoleta, en el suelo Elena y María inconscientes; el joven médico que las atiende, mira para los que les rodean con asco; son dos niñas, dos niñas que se encuentran en coma.
Elena y María descansan en la UCI. Sus padres en casa también duermen placidamente. Mañana reirán las mentiras que sobre la noche, les cuenten sus niñas. ¡Qué se diviertan!- dice la madre a la vecina. - Están en la edad -.
Temprano, dos operarios de la limpieza recogen aquella marabunta que han dejado por todas partes, mientras uno de ellos comenta lo mal que ha jugado el Getafe. Es sábado, el sol no se ha levantado. El sol no ha sido testigo de nada.

miércoles, 16 de abril de 2008

LA PRIMERA DAMA TEUTONA





Primero mostró su soberano culo y ahora, los alemanes que no se habían respuesto, vuelven a estar escandalizados porque su jefa, Ángela Markel, a salido al ruedo mostrando -según ellos dicen - un generoso escote, un gran escote alemán. La buena buena mujer ante ello, de buena gana mandaría a la política a freir puñetas y al igual que una persona normal, se dedicaría a pasear por cualquier calle o jardín sus opulencias. Los alemanes la quieren ver con ropa cerrada hasta los ojos, tal como aparecen sus mariscales en las pinturas.
Mi admirada Ángela, has hecho lo que se debe hacer, dar un poco de libertad a tus germanos pechos y nada más, y nada menos. A mi no me parece mal, más me hacen enrojecer esas imágenes que de vez en cuando vemos en la tele o nos muestran algunos libros, en que unos cuerpos, masculinos y femeninos, mezclados, sin vida, esqueléticos, son empujados por una escavadora hacia una fosa común como si fuesen sacos de desperdicios. Eso si que duele. Pero tu, hermosa teutona, nada de nada. Los alemanes no se dan cuenta de que su jefa, se puede vestir como le venga en gana, y en este caso, no tienen razón sus irresponsables subditos; si no que le pregunten a ese sacerdote que con el rabillo del ojo la está mirando y más tarde, aburrido de mirar, censurará su proceder.
Al otro extremo, mi musa que, completamente en bolas la van a subastar. No, que no, no frotaros las manos, unicamente van a subastar su foto vestida de ángel, sin sexo, como los serafines.
En Londres, que todo se subasta, ya anda el personal alborotado, han visto el catálogo y con él, comienzan a ser menos fríos. Pena del mucho dinero que van a pagar por la foto, pena no fuera más barata, pena no estuviera viva. Hacer como yo, bajarla de la Red totalmente gratis, imprimir cuatro y colocar una en cada esquina de la cama, luego cantar lo de cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos..... etc. Para quienes no la conozcan -serán muy pocos -, la Carla Bruni se sale de lo normal y no me extrañaría que si obtiene una buena comisión en la subasta, obligue a su esposo, el señor presidente francés, a que se despelote y así, unicamente con la cruz de la república al cuello, su foto aparecerá en catálogo ante la alegría de sus ciudadanos, ya que al final viene siendo, dinero para las arcas del gran estado gabacho.
En fin, me parece que no es para tanto, si la alemana tiene calor, que lo evite ya que al fin y al cabo, tiene menos escote que esas mujeres grandes, hermosotas, que trasladan en sus manos, enormes jarras de cerveza en la feria de Munich o de Hamburgo.
- " Lo que ha de comerse los gusanos, que lo vean los humanos " -, que me decían, y que aprendí, porque forma parte de la Vida.

domingo, 13 de abril de 2008

SEGUIRÁN CAYENDO




Al sol brilló y certero, se fué hundiendo una, dos tres y hasta once veces en la espalda de la mujer que trataba de escapar. Quedó tendida en el suelo agarrándose al bordillo de la acera. Del interior de su cuerpo iban saliendo a borbotones, amapolas de un rojo intenso, profundo. ¿Por qué lo hiciste?, preguntaron al hombre más tarde. -Porque salía con otro hombre- respondió mirando al suelo. Llevaban dos años divorciados.
Algo parecido a lo que cuento, viene sucediendo a diario. Todos los días la misma noticia que no cesa y siempre, siempre son las mujeres las que terminan besando el trozo de suelo que les ve morir.
Dicen que ello se da sobre todo, entre personas de otras nacionalidades que vienen a vivir a nuestras tierras. Me da la impresión que en algunos lugares de origen, la mujer queda en casa como quedaban nuestras abuelas, mientras el marido zanganea calle arriba, calle abajo en busca de alegrías. Más tarde y ya en nuestro pais, la mujer que llega, al ver la forma de vida de nuestras mujeres, que gozan de unas libertades ganadas a pulso; quiere hacer lo mismo, porque le gusta, porque es buena esa forma de vida y es entonces cuando el macho cabrío nota que pierde terreno, que pierde mandato y cobarde, porque lo son, termina con la vida de quien ha pasado noches de insomnio esperando que llegase a casa, dejando de comer para que él comiese, tragando sus malditos insultos y bofetadas. ¿Por qué lo has hecho?, le habrán preguntado y él habrá respondido -Porque la quería dentro de casa, en la calle no se le perdía nada-.
No saben, ni lo aprenderán , que las mujeres, tanto aquí como en Zambia como en la Patagonia, como en cualquier parte del mundo, nacen libres. La libertad, el trabajo y el amor, les deben de acompañar a lo largo de sus vidas. Siendo así, por qué hay tanto hijo de mala madre que no respeta cualquier decisión que tomen, una a una y todas las mujeres de la tierra juntas.
Hay otros tipos de maltratadores, el de los niños que ya hablaremos de ellos y ese hijo de la gran p. que se considera "artista" y maltrata a un pobre perro, dejándole morir de hambre a la vista de los hijos de p. que presencian en la exposición, que disfrutan como el pobre animal poco a poco, va sucumbiendo entre aplausos. Esta aberración, tenía de decirla. También son maltratadores. Hace tiempo, que me pesa como una losa.
Vivo todos los días entre mujeres, son personas fantásticas que cuanto más las conozco más las valoro. Confían en mi y yo en ellas y las conversaciones, se hacen más enriquecedoras. Se aprende al fin, lo hermosa que puede llegar a ser una persona sensible y el mútuo respeto, la sonrisa de aprobación cuando hablas sobre un tema y la capacidad y ansias de superar los conocimientos, y el saber reir las mil y una tonterías que digo a lo largo del día....
Pandilla de bestias, si no las quereis tal como son, al menos respetarlas y dejarlas vivir, porque tienen derecho a la Vida y no sois quienes para quitársela; pero estoy seguro, maldita sea, que seguirán cayendo una tras otra como moscas y nadie, nadie moverá un dedo.
Será que el otro las está poniendo a prueba, tal como me decía un religioso ,ante la muerte de un niño.

jueves, 10 de abril de 2008

LA ANTORCHA QUE VA Y VIENE






Se espera que pronto, se puedan celebrar las Olimpiadas 2008, tan ansiadas por una gran cantidad de jóvenes que a lo largo de unos años, se han estado preparando y dejando su vida, para conseguir mejores marcas.
Una antorcha que en su día partió de Grecia y que será la encargada de encender el pebetero, circula a trompicones por diversas ciudades del mundo, de un mundo cabreado a causa de los sucesos ocurridos entre chinos y tibetanos. Este mundo ni dios lo entiende, que alguien dijo. Nunca estamos apaciguados. Es que ya nacemos revoltosos y eso nos acompaña.
En un telediario, se pudo ver como una persona intentaba apagar la antorcha con un extintor de incendios, creo que lo consiguió. La imaginación al poder.... Me vino a la memoria cuando críos, comprábamos un cigarrrillo a repartir entre cuatro y una única cerilla. Aquella cerilla, como si fuera una antorcha olímpica, la llevabamos como oro en paño. Buscábamos el rincón más tranquilo, en el que no corriese ni pizca de aire, encendíamos el fósforo y como un milagro, surgía la llama y el de mayor edad, encargado de dar fuego al cigarrillo, en vez de aspirar la llama, con la emoción soplaba por su interior hacia el fuego apagándolo, fastidiándonos con ello la fiesta.
Con la antorcha sucede algo parecido. Los que la llevan, amparan su llama y los no conformistas "soplan" para apagarla; y en medio, una serie de despropósitos porque estoy seguro que muchos de los que "soplan", no tienen ni pajolera idea de lo que está sucediendo en las tierra tan lejanas del oso panda.
Un tal Weide del Comité organizador de los juegos, desafía de la siguiente manera: "Ninguna fuerza puede parar el relevo de la antorcha, hacia los juegos de Pekin". Me da la impresión que este tío dictador, no sabe en donde se mete; a mala leche, cuando las gentes se cabrean no hay quien las detenga porque esa antorcha, pasando por lugares democráticos o a punto de serlo, impera la razón y los fusiles Mr. Weide, no saldrán a la calle a disparar tal como está sucediendo en China y el poder Mr Weide está en la población, en las gentes que unicamente desean la paz en el mundo. ¿Es tan malo eso?. Si la antorcha continúa su camino no será porque usted lo diga, será por la buena voluntad de las personas y porque no sacarán los extintores a la calle, ni tan siquiera soplarán al unísono. Tiene suerte que la antorcha no pase por el mercadillo de mi Ciudad, si eso ocurriese, al que la lleva, se la quitarían sin enterarse y en su lugar, sin saberlo; correría con un zapato en la mano, de esos que no encuentran la pareja. Puede estar seguro de ello.
Me da que estos Juegos van a transcurrir amparados por las armas, que habrá follones en las calles, por las que apenas caminarán los turistas. Me da pena.
Yo no hubiese ido. Los juegos tienen que ser una unión de todo el mundo, un encuentro de naciones y pensamientos diferentes bajo un toldo de amistad y por supuesto, del todo apolíticos.
No sucederá.... Allá ellos.





Pronto, muy pronto deberán de celebrarse las tan esperdas Olimpiadas, en las que participan gran cantidad de jóvenes, que a lo largo de unos años se han estado preparando y dejando la vida para conseguir mejores marcas.
Una antorcha que ha partido de Olimpia en Grecia, que encenderá el pebetero, circula a trompicones por diversas ciudades del mundo, de un mundo cabreado con los sucesos ocurridos entre chinos y tibetanos. Este mundo, ni dios lo arregla, que alguien dijo, si no es por Juan es por Pedro, siempre a la gresca.
Ayer en un telediario, se vió como una persona luchaba por apagar la antorcha con un extintor. Hay que tener imaginación. Me vino a la memoria, cuando críos, que comprábamos un cigarrillo para cuatro chavales y una cerilla, una única cerilla. Aquella antorchala llevábamos como oro en paño. Buscábamos el rincón más tranquilo, en el que no corriera ni pizca de aire; encendíamos el fósforo y como un milagro aparecía la llama y, el puñetero encargado de encender el pitillo, el de más edad, en vez de aspirar la llama, con la emoción soplaba a través del cigarro, nuestra antorcha, se iba al carajo y nos quedábamos de fumar

martes, 8 de abril de 2008

FIESTA






Antoñito, el hijo de la Pura, es quien a las ocho de la mañana en punto, tal como le dijeron los de la comisión de fiestas, lanza al aire una sarta de cohetes, muy potentes, que van despertando a los rezagados. Las mujeres ya hace un buen rato que están en pié, metidas en sus quehaceres de cocina. El día ha amanecido radiante de luz y todos lo agradecen.
En lo alto de una loma, una pequeña iglesia de piedra, con un campanario que a duras penas se sostiene. La iglesia, rodeada de una hermosa carballeira, cuenta con unos ochocientos años de antigüedad y en su interior, guarda la imágen de la virgen, patrona del pueblo. Por la carballeira, se han instalado pequeños puestos de chucherías y tabacos y un toldo que sirve bebidas. Al fondo, una pequeña tómbola en donde las gentes, en plena euforia festiva, se gastarán los cuartos a la espera de que les toque esa batería de cazuelas tan brillantes.
Es muy temprano y los pobladores ya inician la subida. A ambos lados del camino, indigentes que enseñan sus miserias en busca de limosnas; son días en los que entre una cosa y otra, amén de comida, se pueden sacar unas seiscientas pesetas.
Una mujer abre la iglesia y las gentes comienzan a entrar; algunas rezan una pequeña oración y en seguida acuden a depositar algún dinero en una bandeja situada ante la virgen y en donde reza un cartel: "Limosna para la Virgen". Los hombres que han permanecido en la tasca del pueblo entre copas de aguardiente, inician el camino entre grandes risas, la cabeza algo turbia que para eso es fiesta y la mano desprendida. En la iglesia prenden billetes con alfileres en el mando de la virgen y una vez finalizado el prendimiento hacen una genuflexión con recogimiento. Fuera, los cohetes siguen sonando mezclados con los petardos que los niños han comenzado a comprar.
Llega el cura, todos le saludan, entra en la iglesia triunfante y se da una vuelta alrededor de la patrona, fijándose sobre todo en su manto. Aún es temprano, piensa, mientras se dirige a un habitáculo que hace de sacristía. Allí plantado, un joven que le saluda y le dice que ha sido enviado por el señor obispo a modo de supervisor. Al cura, el cuerpo le da una vuelta, tiene ganas de vomitar mientras su pensamiento se va al dinero de la virgen y a su noche proyectada en Compostela.
Durante la procesión, las gentes detienen la imágen y continúan colgándole en el manto billetes de todo tipo de valor. La bandeja la han tenido que vaciar y recoger su contenido en varias ocasiones. Es día de alegría, es día de la patrona, es el día del pueblo, pueblo que durante el año no levanta la cabeza del surco del arado y el azadón.
Luego en la tarde, cuatro músicos en lo alto de una tarima, tocarán sin descanso, les han pagado bien. Ante el palco, los niños que se cogen por los hombros simulan bailar y tras ellos, las gentes que van pidiendo pasodobles y de vez en cuando un tango, arrastran sus zapatos llenando de polvo todo el ambiente.
Al anochecer, el cura pasea con el enviado del obispado por la carballeira. Charlan amigablemente. Más tarde regresa sólo. Tras unos matorrales, del pecho y vientre del enviado, salen claveles que brillan con la luz de la luna; no tiene fuerzas para gritar solicitando auxilio y la vida poco a poco se le escapa.
En Compostela el cura que está sentado ante dos perdices escabechadas, ha perdido el apetito. Tanto soñar con ese momento, tanto pensar en hartarse de una vez y comer como comen los señoritos, que el cuerpo le ha traicionado.
En sus casas, las gentes van apagando las luces. Mañana lunes hay que madrugar y trabajar duro, porque el tiempo no ayuda..... Alguno de ellos piensa: - Pena del dinero que la virgen llevaba colgado en el manto..... -, y una mujer suspirando, dice al marido:-Con lo que había en la bandeja, ya me conformaba-....... Vida.

lunes, 7 de abril de 2008

RECUERDOS






Madrugo porque quiero pasar la mañana del domingo en Ortigueira. Suelo hacerlo, es un viaje muy hermoso en el tren de la Costa, y esa Ciudad me gusta, es muy acogedora y si tomas el camino a la playa de Morouzos bordeando el monte, te das de bruces con unas vistas muy bellas, pudiendo llegar por senderos muy cuidados al mismo puerto.
En el tren y durante el viaje, quizás debido a lo temprano de la hora, la agente dormita o miran a un punto infinito del vagón; más tarde, a la altura de Apalla, el sol comenzará a enseñarse, entrando sus rayos por huecos entre la arboleda obligándote a cerrar los párpados y recibir esa bendición de luz.
Cerca va sentada una pareja y a su lado, en le suelo, dos grandes mochilas. Hablan en voz baja y ella ríe en silencio ocultando la boca con la mano, como para no llamar la atención. Me gusta la risa sincera de la gente, la risa que no engaña, que sale del corazón; las risas de los niños cuando juegan. Dicen que los niños siempre dicen la verdad, sobre todo si van borrachos; que añadió alguien.
Al llegar, camino entre la gente que se dirige a la playa, pero más tarde, cuando bajen al mar yo seguiré la marcha entre grandes eucaliptos, robles y una gran variedad de árboles. Me alegra la vida, el caminar en soledad, parándome en donde me interesa para hacer una,dos, cien fotos; hablar con las gentes que me cruzo y es cuando pregunto a un hombre qué sendero tomar, me lo señala y me acompaña para que no me pierda al principio, es algo enrevesado, me dice. Le agradezco tanta amabilidad. Me dice que fué marinero, que sufrió dos naufragios y que estuvo a punto de morir a causa de una explosión ocurrido en el petrolero "Escombreras" en el Mediterráneo. Me da un vuelco el corazón porque en aquel tiempo nuestro barco efectuaba ejercicios en aguas de Cartagena y al escuchar la petición de auxilio, el buque voló a mas de 30 nudos en aquella noche de luna y mar calma. Al llegar, metimos a bordo muchas personas con grandes quemaduras. Lo recuerdo como si fuese hoy. A mi, -no lo puedo evitar-, la visión de un cuerpo herido me pone malo, pero le eché narices y al poco me encontré cubriendo de pomada a aquellas gentes que parecían tizones apagados, mojándoles con agua los labios quemados que unicamente decían:- Paisaniño, que vou morrer-. Casi todos eran gallegos. Cuervos negros en esa noche, se llevaron el alma de algunos y a los otros, durante unos días los fuimos a visitar al hospital para que no estuvieran solos, porque eran como de la familia.
José, mi acompañante, me abrazó con fuerza; un abrazo emocionado. Que nos recordaba continuamente y tiembla cuando le viene a la memoria, la explosión que sucedió en aquella sala de máquinas. Le tranquilizo diciéndole, que a otros les mata una maldita estacha. Mira al suelo y responde: - Pues si -.
Hoy sin pensarlo, de nuevo, me he encontrado con la Vida.

sábado, 5 de abril de 2008

UNA NIÑA VA NACER



Un británico, Thomas Beattie, va a ser madre dentro de unos cuatro meses. El británico Thomas, hace un tiempo se quitó las tetas porque decía, eran un incordio, todo el día saltando, sobre todo cuando se pegaba una carrerita para tomar el bus y ahora, casi por arte de magia, se nos presenta con un barrigón que a mi, y no es broma, me da escalofríos y envidia, mucha envidia.
La cosa no tendría importancia si el inglés, mantuviese su estampa un tanto disimulada, tal como hacen la mayoría de las mujeres en principio y suelen hacer, pero no, que se vea porque está orgulloso/sa. La cosa carecería de importancia si no anduviese con el pecho al aire enseñando los cuatro pelos que lleva salteados y aún menos importancia, si se afeitase un poco el rostro, ya no digo los sobacos. Entonces, sería una preñez del todo normal aunque se sintiese hombre.
Desde que conocí la noticia, me he puesto en trance virtualmente y pienso que debe ser un incordio. Si te tumbas boca arriba, el niño o la niña que está flotando en el interior de la barriga, se irá para todas partes, como si estuviera en una piscina; ti te agachas a beber en una fuente y no tienes cuidado vendrá hacia la zona del pecho obligándote a sujetar para no caer de cabeza y ya no digo nada si al británico, para hacer propaganda se lanza o lo lanzan en un parapente.
Va a ser un alumbramiento anunciado al mundo. Revistas y periódicos hablan del caso y seguirán hablando hasta que la niña se haga mayor; ignoro si más tarde, cuando se acerque el gran parto habrá exclusiva al mejor postor, tonto sería : El mister Thomas, ha dado a luz en el hospital Central, una hermosa niña que al nacer dió un peso de 5,800. Su esposa, que le ha asistido en el parto, le ha felicitado, y desborda alegría. Ha sido también felicitado, por las diferentes casas reales europeas y presidentes de países. Han recibido felicitaciones de los colectivos homos de Gerona; Vigo; Calahorra; Barcelona; Sevilla; Madrid; Alcalá de los Gazules, Miranda de Ebro, Murcia, León; Burgos, etc. Más tarde, ahora tiene que descansar, continuará abriendo sobres del resto del mundo. Esperaré con mucha ilusión a que abra el mío.
Hay personas que dicen que lo hizo por llamar la atención y salir en la prensa y telediarios. Si eso es cierto, si lo hizo para hacerse propaganda, es un verdadero imbécil. Yo, sólo por ese motivo no me hubiera dejado violar. Faltaría más.
Ahora en serio, sin bromas, me alegro por la pareja. Son libres y como tal los respeto y respeto el acuerdo a que han llegado. Quieren ser aún más felices, les faltaba algo, lo van a tener muy pronto; mi enhorabuena, de corazón y toda mi envidia. Qué diferencia hay entre un corazón de mujer y uno de hombre.....

viernes, 4 de abril de 2008

POBRES MAESTROS.






Y en aquel tiempo, los niños apedreaban a Jesús y a los Apóstoles, que corrían tras ellos. Jesús les decía :- Dejar que los niños se acerquen a mi, que de ellos es el reino de los cielos-. Una vez que se le acercaron, los breó a palos.
Comienzo diciendo que en la actualidad y siempre, hay y hubo chavales magníficos en todos los sentidos. Confieso también, que de niño, nunca fuí amigo de mis profesores a excepción de alguno que me entendió y si, me protegió. Con mucha resignación acaté infinidad de veces sus gritos y aún peor sus golpes en todo el cuerpo, que siempre tuve lleno de cardenales. Conmigo y de igual forma, los demás compañeros. A veces, veo en la televisión imágenes que me sacan de quicio. Alumnos/as que pegan a sus profesores, que no los respetan e incluso les insultan mientras el niño más cobarde de la clase lo graba todo, y los monos y gorilas que tiene alrededor azuzan a los malditos que pegan y pegan, al objeto de que la fiesta "dure".
He visto, pegarle patadas a un profesor que estaba el pobre en el suelo; bajarle a otro los pantalones mientras explicaba en el encerado bajo la atenta mirada del ojo de la cámara del teléfono. Tantas y tantas barbaridades, que en unos años, de la dureza en las aulas ha pasado a irse al carajo la enseñanza.
No se si existe, si no es así, pronto colocarán a la entrada del colegio, arcos para que avise al guardia de quien lleva objetos punzantes o pistolas, tal como desde hace tiempo viene sucediento en los colegios del Bronx .
En mis tiempos, éramos golfos, pero había algo que nos retenía y que nos frenaba a revolvernos cuando con aquellos palos nos breaban y era, primero el respeto a los mayores, a los profesores y segundo, que nos habrían un expediente que no te permitía seguir estudiando en otro colegio; y los padres, querían vernos en las aulas.
Hoy las riendas las tienen los niños y lo saben. Los niños siempre han sido unos perfectos abusones, sobretodo, cuando están en medio de compañeros. Sólos, sueltos, siempre han sido unos cobardes.
Y los padres..... que equivocados están con sus queridos monstruos disfrazados de niños y niñas, pobrecitos... tan débiles. Me dan pena.
Si cualquiera de nosotros, equivocadamente, llegaba a casa diciendo que le habían pegado en clase los profesores sin motivo - jamás puede haber motivo - los padres continuaban la paliza, dándole con ello la razón al profesor y de tanto palo, al final, levitábamos. Algo harías, que decían los padres.
Lo siento por los enseñantes actuales, se os han ido de las manos con tanto mimo y tanta tontería con los niños comenzando por el tuteo. Uno a uno los vais aguantando, pero cuando la manada se reúne y detrás de ellos como pastores, achuchando los padres, estais perdidos y para más, no hay nadie, nadie que se ponga a vuestro lado. Teneis unos jefes que solamente piensan en su cómodo sillón y el resto... que lo arreglen los maestros que para eso cobran.
Nunca me gustó ser cabecilla de nada ni de nadie, pero si hoy fuese yo profesor o maestro, si me pondría al frente y de común acuerdo, motivados por los nervios, todos nos rebajaríamos, por tiempo indefinido; iba a aguantar a los angelitos, la dulce madre que los parió. Las peores bestias de la selva, no les llegan a la suela de los zapatos, y encima, cobardes, si lo aseguro, muy cobardes.

BOFETADAS