martes, 11 de diciembre de 2007

LLEGA LA NAVIDAD.


Hace algunos años, no muchos, mi oficina parecía un zoco árabe. Siempre llena de gente que contaban historias, incluso de futbol, que a mi no me va, que reían, siempre hay uno que ríe más fuerte que los demás,y todo aquello me hacía inmensamente feliz. Unos, que iban de paso, se acercaban a ver el crecimiento de los vegetales que había tras la mesa, a la claridad; otros fumaban mientras les explicaba lo que íbamos hacer para evitar aquella sanción de tráfico. Un día apareció un chaval medio despistado, me preguntó en dónde estaba, le contesté que en el despacho del cura. Un poco más de tiempo y lo confieso.
Aquella oficina, siempre tenía vida aunque más tarde, tuviese que hacer horas extraordinarias para ponerme al día. No me importaba. Otra cosa; no se quién diablos lo traía, que en uno de los armarios, siempre, siempre había todo tipo de chocolates, almendras, polvorones, grandes cantidades de polvorones. En más de una ocasión, cerramos la puerta con llave, para hacer un descanso a base de salmón y buen vino.
Un día aburrido jugué con un bolígrafo, unos fosforitos y salió esa postal. Alguien la presentó a un concurso de christmas y sin enchufe, le dieron el primer premio.
Con ella, quiero decir que os recuerdo a todos; ausentes que me hacen tanta falta; familia; amigos; compañeros/as del alma compañeros; de clase;, de estudios; de charlas; de noches en vela; de juergas; de juegos; de llantos..... compañeras, conocidos y compañeros todos.
Me acordaré de los que navegan cenando en dos turnos porque en los barcos siempre tiene que ir gente despierta; a los que están en la guerra mientras sus jefes cortan el pavo en medio de oropeles y carcajadas; de los médicos en urgencias; de los serenos donde los haya; de los sin techo que no quieren someterse esos días a normas que no son las suyas, son libres hasta las últimas consecuencias. - Cómo me acuerdo de ti, Luis, que durmiendo en una noche helada, dentro de aquel coche, te quedaste como un pajarito -; de las que están de parto...y tantos y tantos otros. Me acordaré sin villancicos, sin panderetas, sin matasuegras.....sereno y aguantando el sueño.
Os recuerdo día a día, porque a mi edad, no se puede hacer otra cosa. Sólo hay recuerdos, algunos muy hermosos. Eso me sucede a diario y deseo que así sea. Amén.

BOFETADAS