martes, 27 de noviembre de 2007

A LOS QUE NO AMAN LA LIBERTAD





Miro el canario, que salta dentro de su jaula como un péndulo, constante, incansable y me dan ganas de abrirle la puertezuela y dejar que vuele en libertad. Yo que tanto la pregono, - siempre la amé, desde niño, que recuerde - ; hoy tengo un pájaro saltando, no se si alegre, en un pequeño espacio rodedado de alambres.
Lo hago, por qué no. Le abro la puerta y espero. Me mira, me retiro. Espero. No se mueve. Me acerco y le señalo la salida metiendo mi mano dentro de la jaula. No le interesa. Deduzco por ello, que es un pájaro de cárcel. Los pájaros de cárcel, están como ciegos.
Así, hay personas que nunca conocerán la libertad, porque toda su vida han sido y han vivido sin que lo sepan, serviles de los poderosos. Otras, serviles de sus pensamiento, lo creen verdadero y por tanto, les importan un carajo los demás. No hay equilibrio y me dan pena. Me da pena el pájaro. Ambos han nacido para estar enjaulados y morirán de esa manera aunque esté en sus pensamientos y en sus sueños el que ya vuelan libres, más, cuando llegue el momento, no sabran alzar el vuelo. Es difícil y es necesario aprenderlo. Con ganas.
Salvador Gaviota cuando consiguió vencer la dificultad del viento, conoció la libertad que tanto andaba buscando y apreció, que era lo más hermoso que le daba la vida. Vida.....

BOFETADAS