sábado, 29 de marzo de 2008

LLEGA LA VIDA






Cuando agonizan los graves colores del invierno, cuando la naturaleza despierta, me llega la Vida. ¡Cómo la necesitaba!.
Me he asomado al día, el sol amaneciendo, inundandolo todo de color, de miles de colores y el día despertando a la vida que nos trae la primavera. Hay otro olor en el ambiente y a los viejos del asilo les ha cambiado la cara, tienen más ánimos, tenemos más ánimos los viejos en que al fin, dejaremos de ver páginas y páginas de los periódicos llenos de esquelas, de sufrimientos y de fríos en los rostros de las gentes.
He buceado entre las ramas de un arbusto sin hojas y, milagro de la vida, entre las ramas, brotes y brotes que van saliendo al mundo; es muy hermoso contemplar el nacimiento de la vida más no me pidais que presencie un parto.... no sirvo para nada.
En lo alto una pareja de rulas, esas palomas diminutas que todo el año permanecen unidas y que continuamente se rozan los picos, como si se besasen y no muy lejos, un grupo de gorriones machos, que a la fuerza se quieren imponer o pretenden demostrar a la hembra cual de ellos es más fuerte. Pronto la naturaleza será una explosión de amor.
Por senderos entre los prados que cruzo, hay un olor sublime que lo inunda todo, como cuando cortan la hierba y es que un hombre, tras un recodo del camino, con una guadaña, a golpes certeros la va cortandola en montoncitos. De vez en cuando se para y con una piedra que lleva en el bolsillo, afila la hoja para luego, continuar con los mismos movimientos.
La primavera nos abre las puertas; es la Vida que tanto añoro.


BOFETADAS