martes, 13 de enero de 2009

PANCARTAS EN LOS BUSES, ¡¡ QUE CRUCES !!.






En Fuenlabrada -Madrid-, don Anselmo baja del púlpito lentamente, hace poco que rodó por sus escaleras tan inclinadas, y no tiene gana alguna de repetirlo porque la edad no perdona. ¡Ah! si tuviera como hace tiempo tenía, unos veinte años menos. Camina a pasos cortos hacia el exterior, mirándolo todo. Considera suya la pequeña iglesia en la que ya lleva cincuenta años con todos sus madrugones, rosarios y todo lo demás, y en un lateral, las mujeres que limpian y adornan ese templo. Cruza el pórtico bajo un gran arco sujeto con un parteluz muy bien conservado y ya en el exterior, aspira una gran bocanada de aire de la mañana, aire limpio que llega mezclado con algún que otro vergonzoso rayo de sol. Es muy temprano.
De repente, al paso de un autobús, su cuerpo da un pequeño salto, la edad no le deja más - piensa él-, que casi ha levitado ante una pegatina en la parte trasera del auto, una pegatina enorme en donde se puede leer: "Dios existe". ¡Qué maravilla!, al fin la población lleva a la prácticas sus palabras, las palabras que tantas veces les dijo en tantos y tantos sermones; los sentía como pecadores y ahora....bendito sea dios, se expresan pintando los autobuses de línea. A Dios también le vale, Dios también lo quiere... sigue murmurando. Apresurado sube al púlpito de nuevo y comienza un rosario, dirigiéndose a las pocas personas que en los bancos, turistas ellos, quizás descansen de una gran caminata. Al poco.... cuarto misterio; "el anuncio del reino de dios invitando a la conversión"...Dios te salve María...... Mientras su cabeza planea carteles en una gran dotación de coches, incluso los de los bomberos, anunciando por toda la urbe que "Dios existe", y en los aviones y en las fachadas, y en el costado de los barcos...¡ Cuánta belleza! a bajo coste, porque Señor -mira al cielo- trabajo me estás enviando bastante y mis piernas, sabes como están....
Otro sacerdote, don Severo, con un poco de mala leche, para concordar con el nombre con que fue bautizado, fuma un cigarrillo a la puerta de la parroquia de Nuestra señora del Pilar en Barcelona. A su lado, una mujer habla y habla sin que él le preste mucha atención. "Es que son tantas y tantas al día....". De repente pasa un autobús, sereno, altanero que en sus laterales muestra una gran pancarta, un gran cartel y ahí el cura puede leer con los ojos desorbitados, con furia olvidándose ahora de la pobre mujer : "Probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y goza de la vida". El auto se detiene en las cercanías y hasta allí acude don Severo para dar unos manotazos al cartel, tantos, que el chófer cabreado a bajado a reprenderlo, que no lo vuelva hacer, que son bienes particulares, que si tiene algo en contra, vaya a la justicia, mientras le sujeta el brazo castigador que se ha quedado ya sin fuerza.
Don Severo, de mala leche y chocolate por la mañana temprano porque no evolucionó, se cree dueño y señor de la zona, sin darse ni cuenta de que los clientes poco a poco, por muerte o por desidia le van dejando. Dice la misa en latín, de espaldas a los fieles, por eso es muy fácil escapar del templo si equivocadamente has entrado, nadie se entera, nadie te llama la atención. Cara al público la misa, es ya más difícil, hay mucho más control, ...donde va a parar.
A grandes pasos, cruza el pórtico, camina por el pasillo central, su capa al viento como la del vampiro de la película, sube las escalerillas y ya en lo alto del púlpito se queda quieto tomando aire, un aire frío de la Tramontana que obliga a los fieles a sentarse muy cercanos para darse calor. A Ramoncito pobre, lo tienen un poco separado porque pierde un poco de aceite y en una ocasión le quiso meter mano a don Emilio. Don Severo toma fuelle, alza la voz que resuena al llegar a la cúpula y con gran modulación, dice: " Hermanas, hermanos, el diablo nos ha invadido, ha invadido la Capital y viaja en el bus 14, Otro poco de aire que toma, - "el diablo que nos ha invadido y yo lo he visto". Los pocos feligreses se santiguan y continúa :- de momento ha tomado los autobuses, luego serán las calles y vuestras hijas, vuestros coches, vuestros trabajos, vuestras casas- . Ante esta afirmación, más de uno abandona la iglesias hacia su domicilio, al menos, recoger algunas joyas "que fueron bien heredadas" y luego cerrarán la vivienda a cal y canto, nunca mejor dicho.
El sacerdote arenga, más como su nerviosismo es tan grande, saca a relucir la guerra de 36, luego habla de la iglesia de las Salesas, en donde la multitud contemplaba las momias de sus monjas expuestas al sol; le vienen a la mente las trincheras, el hambre, las matanzas por un poco de aceite y, unicamente ha visto pasar un autobús, cuando salió al exterior del templo, que llevaba escrito "Probablemente.....".
Es lo que todos, sin excepción solemos hacer. Leemos el continente sin pensar en lo que verdaderamente dice su contenido. Leemos por encima y así nos va y lo malo, que cuando te dicen una noticia que conoces y dices a quien te la cuenta que lea bien, se sobresalta como si le mordiera una culebra. ¡Yo se leer!. Amigos, si se lo has dicho a una mujer y te ha respondido de esa manera, no insistas, no lo volverá a leer porque -"lo que dije, va a misa"; si, a la misa de don Severo que sigue despotricando contra el diablo que no aparece por ningún lado.
Don Severo, porque siempre ha sido un lanzado, un yo me lo se todo, y en el fondo un cobardica, no se ha parado a pensar en qué es lo qué dice el dichoso cartel de los autobuses, bueno, al menos en el 14. : "Probablemente Dios no existe...."
Probablemente no iré a comer; probablemente jugaré a las cartas, probablemente no llegue a tiempo.... ¿se afirma en cualquier momento de que no iré a comer, que no jugaré a las cartas, que no llegaré a tiempo....? o por el contrario se deja una puerta abierta para el caso contrario....
La religión en ocasiones une, creo que cada vez menos porque las mentalidades son otras muy diferentes. La gente estudia, se prepara, van desapareciendo los sacerdotes porque como todo, el mundo va cambiando. Quizás no deba decirlo por si hay niños presentes, más no dejo de pensar, que asistir a misa cuando niño, para mi al menos, siempre era un coñazo, un castigo, porque no entendía nada de lo que allí sucedía. Sentaos.., de pie.., de rodillas..., sentaos.., de rodillas... y así, algunas veces tres cuartos de hora, mientras escuchaba los gritos de los demás niños en la plaza de Armas.
No quiero hacerme propaganda, valgame dios, que no lo necesito. Cada uno en su tren, dios en el vuestro y a mi dejarme en soledad, sin prisas, viendo los últimos paisajes, mientras miles y miles, millones y millones de bombas van deshaciendo los campos y los lugares que pisábamos, que nos han quedado en la memoria, junto con las personas que los ocupaban.
Pronto, otra nueva línea de autobuses llevarán estampados en sus laterales ."Amaos los unos a los otros", a ver que sucede y si se lleva a cabo. En el autobús don Severo obligando a la gente a amarse mezclados y él, con un pequeño blog, tomando notas de los que cometen pecado.
Que no llegue la sangre al río, que los buses sigan circulando a su hora y con cualquier tipo de anuncios. El último que he visto en mi ciudad, es uno que anuncia "El día 20 de enero, a las 8 y media, en el Jofre, gran actuación del grupo "los doce apóstoles" con su último single. Entradas a la venta en la taquilla".
Que la tranquilidad reine.
Seguramente que me acercaré a escucharlos.

BOFETADAS