martes, 3 de febrero de 2009

SUAVE CRISIS






José María, un pequeño empresario que amenaza dentro de su furgoneta, quemarse a lo bonzo frente al ayuntamiento, si su alcalde no le abona unos 500 mil euros que le adeuda por obras realizadas en el municipio. Si él no cobra, sus obreros tampoco. Desde hace tiempo se presenta a cobrar y siempre, siempre está reunido, no está, va de viaje, anda por ahí inagurando; es lo que le dicen, mientras el político, defensor de la legalidad, en su despacho ríe y ríe. Al poco un sicólogo se acerca a la furgoneta y habla a través de la ventanilla con el empresario. Es donde se ha atrincherado en unión de dos petacas rojas llenas de gasolina. El sicólogo pesado en palabras, como si enamorase a una mujer, consigue que abandone su encierro, para que a continuación un buen grupo de agentes de la autoridad se le echen encima, lo encadenen y lo arrastren hasta la cárcel por "escándalo público", por simplemente pedir lo suyo a un ayuntamiento, que es en fin, quien le debe proteger y no sólo no lo protege, que le importa un rábano que se mate; pero como las cámaras lo están grabando todo, con anterioridad le han enviado un psicólogo - siempre dije que no creo en ellos. Que en el interior de mi cabeza, si quiero, no entran- y lo califican todo ello como "escándalo público" y se quedan tan frescos. El escándalo público lo comete el ayuntamiento y todos los que lo representan, ¿qué culpa tiene ese pobre hombre si lo único que desea es que le paguen sus ladrillos y el trabajo de sus hombres bajo un sol de justicia?. Pero, él se quería quemar. "El que causa la causa, es causante del mal causado"; esto es de primero de carrera. No te pases alcalde, no pasaros corporación. Luego aflojaréis, que si, que están cerca las elecciones y no queréis llevar un palo. Ser buenos, pagar y todos en paz y, pedir perdón por vuestro comportamiento; los pobres, creerme, saben perdonar mucho mejor que los poderosos.
Si yo debo y no pago, de inmediato juzgado y prisión preventiva a la espera de una fianza que no va a llegar jamás, porque nadie se apiadara de mi o simplemente, no tienen esa absurda cantidad de dinero que os tengo que dar. Para un millonario, no supondría nada. Yo, en el paro, con seis hijos, viviendo en una chabola al lado del río,entre los cañaberales, de donde también me quieren echar, ¿qué fianza os puedo dar?
Si yo debo y no pago... Si debe y no paga el ayuntamiento, da igual, pero las fiestas de la vendimia hay que hacerlas por encima de todo, con varias orquestas y muchos gaiteiros, los toldos pagarán todo y san Liburio estará contento en el cielo; es que sabe, tenemos en nuestra iglesia una reliquia del santo, una astilla del dedo gordo del pie, dentro de una capillita que nos hizo o da Loureira, o con axuda de dos cativos. ¡Eh, pagácheslle!, -Non, todavía non.
Y como él, miles y miles en todo el territorio. Es que al fin, por fin, ha llegado la crisis, palabra que no se quería nombrar, palabra hasta diría mal sonante por todo lo que representa; parece mentira que haya palabras que tengan tanto valor, que sean tan fuerte como tal sucedió con la Gran Depresión del año 29 en los EEUU que únicamente en el tiempo duró diez años, pero que merecieron diez mil. A las colas pobre y ex-ricos buscando un poco de comida; mientras cerca, lejos, ¡qué más da!, los menos valerosos, los vergonzosos se arrojan desde los rascacielos al vacío para no aguantar tanta humillación, por no poder dominar sus deudas y sus deudores. Pienso ahora mismo en ellos, porque dentro de la desesperación, hay que ser muy valiente para quitarse la vida de esa manera o, hay que estar muy loco. No me extraña.
En España, parece que ahora si, ha comenzado la crisis. Un grupo de obreros hacen guardia día y noche ante la vivienda de su patrono. Exigen lo que les debe por su trabajo realizado. El patrono ahora mismo, no tiene en donde caerse muerto y ellos no lo entienden. Es que el banco no le quiere dar dinero. El banco, los bancos son irregulares. Cuando de niños jugábamos al "subastado" -creo que se llamaba así-, todo el mundo, mejor, los que disponían de más dinero queríamos hacernos con la banca y corría el dicho de " la banca nunca pierde" y es cierto, quien jugaba de banca, se forraba. Y ahora no quieren dejar dinero.
Anteayer de un banco de Ferrol, me llamaron por teléfono a casa, para ofrecernos dinero, pregunté a la muchacha si había que devolverlo, me quiso liar, insistí en si había que devolverlo. A la larga si hay que devolver lo prestado y algo más. De ese modo-dije- no me interesa. Lo sabía ya, cuando empezó a contarme su historia.
La crisis ha llegado a las televisiones, a la prensa en donde ahora no se anuncian tantas ventas de vivienda, de autos, de amores amistosos, de intercambios sexuales. Ahora, se anuncian muchachitas jóvenes, muy jóvenes o menos jóvenes que por un precio módico, medio millón o un millón, permiten ser desvirgadas por quien aporte la cantidad. Un acto que ocupa un lugar muy preferente en mentes y cabezas enfermas, muy enfermas pero que siguen caminando por las calles. Alegan las chicas, que son para continuar su carrera, ¿qué carrera?, si ya va con su cuarto desvirgue... Ni que fuera tan difícil colocar de nuevo un himen roto. ¿Por qué no sería yo mujer....?, me iba a forrar en medio de la gran crisis, llevando en el bolso himenes de repuesto y un poco de pegamento "The Himmen cola" que al parecer, lo deja muy bien.
Y ha llegado la crisis. En los mercados y supermercados, las que se conducían como señoronas de abrigos de pieles caras, las que siempre eran saludadas por los hombres de ciencias o letras con sus dedos al sombrero, ahora caminan con una bolsa de plástico en la mano, se acercan a los expositores y con mucho disimulo, se apropian de una naranja, un tomate o un apio que guardan. Antes eran muy buenas compradoras. El vendedor que las ve, silba, calla y se apiada. Pasa otra, ha tomado un puñadito de pescados pequeños y el vendedor, listo como una ardilla comienza a anunciar su mercancía con su voz fuerte : Boquerones frescos, recién traídos, a cuatro euros ¡ oiga! a cuatro euros, gloria bendita....
Es una crisis que comienza. Muchas familias ya han perdido sus viviendas cuando las hipotecas clavaron hondo en sus jóvenes cuerpos. Las hipotecas comenzaron a ahogarlos, el mercado europeo los echó al fondo y el banco mundial que les puso el pie en la cabeza para que no salieran más a superficie, a respirar, que no salieran a flote. Mucha gente joven, muchos jóvenes han comenzado a desfilar a las aldeas en que algún día vivían sus padres. Otros, los extranjeros que lo están pasando mal, el gobierno les ayuda con dinero para que se vayan y si, lo harán, pero después de ver a sus familias, regresarán ya que aún les queda bastante plata en el bolsillo.En sus tierras se está meucho peor que en la Península. En España se está bien, no se meten con nosotros, nos dejas en paz, podemos pedir si nos hacemos "gorrillas", podemos pedir, poniendo la cara de los españoles que también piden una limosna.
Los que se van a los pueblos, los que ya se han ido, plantan lechugas, tomates, tienes manzanos, un cerdito criándose en la parte de atrás, quieren seguir cultivando la tierra, no es tan duro y pronto, todas las aldeas volverán a tener vida. Es cuestión de tiempo. Seamos realistas, la nación, está apoyada sobre una infinita cantidad de ladrillos, si el ladrillo falla, todo al carajo porque las demás empresas también fallan y, creo que ha fallado. La población, en esta ocasión,con tantos cerebros privilegiados ¿?dirigiendo sus pasos, ha fallado estrepitosamente. Esta vez Obama no ha sido culpable, bien que se las cantó a la banca.

BOFETADAS