lunes, 13 de agosto de 2007

MOLINO






Estuve solo, en el molino
que tanto te gusta.
Una ligera brisa hizo danzar
los abedules y los ameneiros,
luego, acarició mi rostro.
Aspiré con fuerza,
por si en el ambiente quedaba,
algo de tu aliento.
Poco a poco fuí encontrándome mejor.
La brisa, eran besos dulces como miel,
que llegaban a mis labios.
Fué maravilloso
encontrarte de nuevo.
En lo alto, el mago Merlin,
y el sabio Cunqueiro,
sonreían.
- Labian Sixto -

BOFETADAS