domingo, 2 de enero de 2011

MALOS TIEMPOS PARA LAS RISAS.






Y mientras unos Reyes que se dicen magos, continúan su caminata hacia Belén, al parecer  guiados por una estrella, un lucero o una cometa, depende del  autor del libro que  cada uno lea que al fin y al cabo, lo que señalan, sea estrella o lucero, siempre se encontrará en todo lo alto y es fácil para esa gente verlo. Que nadie discuta, a los efectos de guía celeste no importa -el fin justifica los medios-, lo que si, que han sido precursores del GPS que ahora usamos casi todos e incluso sirve para autos, naves , pero también para las personas que caminan ya que es capaz de llevarlas por los senderos. sin equivocaciones  Y mientras esos Reyes van a lo suyo, de momento sin prisa alguna, hemos entrado a base de pantalla de televisión, petardos y gritos en la calle, en el año 2011. Feliz año a todas las gentes que pueblan esto que llamamos Tierra, incluso para aquellos que no dejan de darse bofetadas el resto del año.  A ver si paran de una vez.
De chaval, mientras el de matemáticas garabateaba en aquel encerado interminable números, potencias, senos y cotangentes, no se en que pensaban el resto de compañeros, si recuerdo que a mi mente venía : -Quién tendrá tanta suerte como para llegar al año 2000-.  Me quedaba tan lejano, lo veía tan separado de mi, que daba por imposible llegar a él, eran muchas hojas de calendario que había que pasar mes a mes y mira por donde, a pesar de que muchos se han ido, no han llegado y bien que lo siento; conseguí el pasado 31 de diciembre no quedarme dormido y en el preciso instante en que sonaban las campanadas, me asomé a la ventana, miré cercano Ferrol iluminado y pensé: - Has llegado al 2011, que suerte has tenido, cabronazo-. Al poco, cohetes que subían a lo alto para romper en multitud de brillos que lo iluminaban todo.
Abajo, la gente celebrando el nuevo año, inconmesurables las eléctricas, el del gas, los de las hipotecas que jamás han sido tan felices hundiendo mucho más a los que desde hace tiempo están en lo más profundo.  A los que día a día, cuentan y recuentan los miserables euros que lleva en la vieja y manoseada cartera.  De  verdad que no se que deciros, me da una gran pena que habiendo vivido regular con aquellas pesetas rubias, lo tengáis que pasar ahora tan mal con el ansiado euro. No se si quien autoriza esas enormes subidas, piensa por un momento en las personas que de buena fe los han colocado en donde están porque acudieron a las urnas y no me refiero al actual, me refiero a cualquiera que haga daño a la gente más necesitada, a los viejos con sus miserables pensiones; es que no los dejan ni respirar.  Venimos a la vida sin permiso, sin pedirlo y cuando nos damos cuenta de que todo es una mierda, los más, podemos largarnos cuando nos venga en gana, pero los que están amarrados en un hospital a la cama, los que tienen tubos por todas las zonas del cuerpo durante años y años, esos tienen que quedarse porque el juzgador así lo quiere. Feliz año 2011 para más de cuatro millones de parados que perviven a base de limosnas. Hasta les han quitado unos pocos euros que les daban para subsistir.
Y mientras, los Reyes se han detenido en un oasis. Se van quitando los ropajes de seda y esmeraldas para darse un baño.  Ahora desnudos, son idénticos al resto de las personas a no ser, que son magos y consiguen lo que les viene en gana. He visto ayer en la tele un mago vestido de  smoking que hace maravillas. engañando a las personas. Los magos que van a Belén, juegan en la charca a salpicarse entre risas aunque Melchor, de vez en cuando, dirige la mirada al cofre que guarda el oro para Jesús.
Miro un buen rato a lo alto intentando ver la estrella, el lucero o lo que sea y ni de coña, lo único que veo y escucho es un grupo de chavales vestido color noche que caminan. Una joven que les acompaña, lo hace llevando en las manos los zapatos, seguramente por presumida los ha comprado con un par de números menos o todavía no se ha adaptado a la numeración internacional creo que americana o japonesa, me da igual. Lo que si, cuando los calce para bailar..., pobre, lo pasará bastante mal. De pequeño me los hacían de encarga para que durasen en "El Cubano", esquina calle Hospital -Alegre.  Alguna vez se han equivocado en la medida y se lo que es pasarlas moradas cuando dabas la patada a un viejo caldero, no te digo más cuando se trataba de un pedrusco.
Quizás todo esto, a los chinos, a los musulmanes les importe un carajo.  Sus calendarios son diferentes. El musulmán a partir de la Hégira, los chinos adaptados a algunos animales: buey, mono, tigre, serpiente, etc, pero a la hora de fiesta, los chinos se la montan, bien, son los más folloneros, los más coloristas y es que el chino por cualquier cosa que le digas o señales, es muy agradecido y además se ríe. Me sucedió hace años  en Madrid en la estación de Chamartín, esperando la hora para tomar un tren hacia Ferrol.  Era un día muy caluroso por lo que me dirigí a la heladería.  El heladero, un hombre mayor, tenía medio follón con tres chinas.  Ellas no entendían lo que tenía que pagar y el no sabía como explicárselo.  Aquello duraba bastante por lo que, pagué los helados de las chinas y el mío quedando el chiringuito en paz y gloria. Lo que sucedió luego, es que cada vez que me cruzaba con las china, al tiempo, juntaban las manos como si fuesen a rezar, inclinaba la cabeza, la giraban y me sonreían.  También saludé.  Lo que no sabía es que aquello era constante cada vez que había un encuentro.  Termine marchando. Tanta educación aburre.
Los Reyes magos, hace rato que han salido de la charca.  Baltasar se cepilla a conciencia el pelo para que se quede en caracolillos fáciles de peinar.  Melchor cuenta por enésima vez sus monedas de oro y como los camellos están hartos, han comido y bebido bien, lo aprovecha Gaspar para revisar los arreos y es que hace un par de días, por llevar uno flojo, se ha caído desde lo alto de una de las jorobas.
Los veo a los lejos uno tras otro, pausados porque al parecer van bien de tiempo.  Lo que no soy capaz de distinguir y mira que me fijo, es la estrella, el lucero, el cometa o lo que sea, quizás ellos si, siendo magos, lo consigan.
No se como habrán llegado este año, los regalos a los niños, a todos los niños. Suelen aparecer en la Nochebuena porque aprovechan que no hay clase para jugar y también, porque los abuelos están en la casa y les hace mucha ilusión disfrutar de esa fantástica fiesta y en Navidad o incluso hoy domingo, las calles se llenaban de bicicletas, coches teledirigidos, incluso helicópteros manejados a distancia que me llevan la vida, muñecas que hacen cualquier cosa en sus sillas que parecen de verdad, etc. Todos muestran sus regalos, todas las caritas felices y lo más, temprano en navidad cuando somnolientos, frotando los ojos, aparecían en el salón asombrados ante tanto paquete de colores brillantes.  Ayer, hoy las calles no se han llenado tanto de niños, quizás por los juegos electrónicos o quizás les falte aquella ilusión que teníamos de jugar en cualquier lugar para a continuación, correr hacia la iglesia del Carmen y ver en el tablón que colocaban los censores, las películas a las que podíamos ir sin cometer pecado. Películas llenas de niños que no dejaban de dar gritos., quitar el celofán a los caramelos, romper la cáscara de los cacahuetes dando botes en la butaca porque los nervios podían.  Eso si, nada más comenzar, todos callábamos como en misa pero cuando el "bueno" metía espuelas al caballo para caer al poco sobre el "malo", los gritos eran horribles, gritos agudos que a los mayores afectaban a sus tímpanos.Y cuando aparecía un recién en pantalla, las niñas eran las que con ¡ oooooohhhhhhhhhhh!, ¡qué bonito!, ¡qué lindo!, ¡mírale los ojitos!, nos callaban.
Hoy, quizás también porque los reyes están liados echando cuentas, no se dan cuenta lo triste que está el exterior, las calles de todo lo que nos rodea, incluso en los paritorios, hay tristeza porque el niño ha llegado  diez minutos después de la hora en que debía hacerlo y no vino con ese pan bajo el brazo que todos desean.  No me imagino a las personas trayendo hijos al mundo para recibir unos euros.  Los hijos son necesarios para que podamos seguir escuchando sus gritos, sus risas, sus carreras alocadas e incluso sus llantos cuando se caen sobre la acera y se hacen un poco de sangre. No importa, es que son de goma.
Hoy mi ciudad está triste, poco a poco nos la van hundiendo desde el exterior porque  al parecer ya no nos conocen aunque saben de nosotros, hace tiempo que ha dejado de ser lo que era, un pueblo feliz, con trabajo, con alegría diaria en sus calles.  Ahora, la gente camina más apurada sin tener prisa alguna, sin saber tan siquiera a donde ir.
Gaspar a lo lejos, ha vuelto a caer del camello.

Feliz año a todo el mundo, aunque a muchos que se están matando, todo esto, les importe un pimiento, por no decir un carajo. Amén.

BOFETADAS