sábado, 17 de mayo de 2008

LA BENDICIÓN






Mañana, amigas/os míos, me voy a Praga, amparado por un grupo de compañeras/os.
Siento y me apena, que el chófer del avión con quien hablé, no me permita abrir dos ventanillas, una a babor y otra a estribor para así asomar el brazo y desde lo alto, enviaros mi bendición
Urbi et orbi, primero lo haría hacia Coruña y luego a Ferrol, pero una bendición seria, tal como lo hace el Papa desde el balcón del Vaticano. Sería fantástico soltar al mismo tiempo, una bandada de perdices - lo de las palomas está muy visto - y desde abajo, cazadores-matadores experimentados, pin, pam, pum a escopetazos con ellas, luego a repartir en la Cocina económica. Me da la impresión que se mata mucho y hay gente, mucha gente que disfruta con ello. Es una pena.
Ayer por la tarde, vi en la televisión, un hombre al que colocan unas alas de avión y a reacción, puede volar a una velocidad de 200 quilómetros a la hora. Me me dejó anonadado, me llegó la envidia al alma, volar y poder hacerlo a esa velocidad, la libertad pura. Ser más que cualquier pájaro por unos instantes sin tener pluma o teniéndola que puede ser; yo estuve a punto de tenerla, preguntar a mis compañeras de clase.... Lo malo del tío que vuela, es si se la pega contra un tendido de corriente o contra una montaña por hacer una chulería, que todo cabe, o no es capaz de frenar ante un edificio de duro cemento, pero si eso no sucede, qué gran cantidad de bendidiciones a esa velocidad....
En mi época de "estudiante" con mi amigo Victor - hoy ausente - nos íbamos a Santa Marina a casa de otro gran amigo, Pepe Conde y allí, "jugábamos" con pólvora que hacíamos, con la electricidad, hacíamos galenas y todo tipo de cacharrada que nos venía a la cabeza. En cierta ocasión, se hizo una cometa enorme con papel y cañas de bambú, con un fin. El elegido fuí yo porque mi peso era equivalente al de una gallina. Subí a un arbol a una altura considerable, me pasaron la cometa, me coloqué en posición para un vuelo transoceánico y me tiré al vacío creyendo que iba a caer al suelo sobre algodones, pero el bicho cayó en picado, me dolió el encontronazo y un esguince - me llevaron a una compostora en el crucero de Canido - y una semana o poco más a vivir; mereció la pena, lo digo por lo de la clase.
Pero bueno, a lo que íbamos -que dijo el obispo -lo de la bendición desde las alturas, tal como una dios del Olympo iba a ser demasiado, estoy seguro de que saldrían imitadores, negocio para las compañías aéreas. El Vaticano enviando curas para aquí, para allá controlando todo lo suyo, el cielo y en vuelos bajos, casi rasantes, podían también, además de las bendiciones, enviar dinero a los negritos de África y a los indios de América, lo digo pensando en las huchas del domund; al menos las de un colegio, tenían esa figura, las recuerdo perfectamente. Claro que las recuerdo.
Os tendré presentes a todas/os compañeros del alma, compañeras tanto de Coruña como de Ferrol, me duele que no nos acompañeis, pero bien conocéis, que este viaje es para personas altamente cualificadas y capacitadas y ahí, si que no cabemos todos. Está bien.... Escribo...: Soy un fantasma, soy un fantasma, soy un fantasma, soy un fantasma, soy un fantasma, soy un fantasma, soy un fantasma, soy un ..... y así hasta mil veces. Qué le voy hacer. Soy quizás, diferente. Libre como el del reactor. Errando como la misma Vida.

BOFETADAS