domingo, 27 de mayo de 2007

LAS PEÑAS DEL NAUFRAGIO

Ante las rocas grises, cenicientas,
el corazón sobrecogido late;
parecen unas tristes osamentas
tendidas en un campo de combate.
Sentimos como un fúnebre presagio
que de espanto la frente deja fría;
¡ en estas peñas ocurrió el naufragio
de un buque de la misma Compañía !
Suben todos a verlas, en la borda
toda la dotación dobla los codos
Se oye el rumor de la resaca sorda,
y en nuestras almas temerosas zumba,
mientras pensamos en silencio todos
en qué mares tendremos nuestra tumba
-Del Río Sainz-




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