El día despertó con niebla. Temprano, marché a Mugardos, una villa en que tienes todo a mano ya que, a lo largo de su muelle, siempre hay movimiento de pescadores y puedes ir haciendo fotos, sin tener que romperte el alma, como sucede en otras ocasiones.
Pero esa niebla tan oscura, no es de mi agrado. Si me gusta, cuando el sol se mezcla y va aclarando formas a las que poco a poco va dando color.
Lo mismo sucede con las personas, que para que la palabra fluya, primero hay que romper la niebla, el hielo; y luego, con el tiempo, la amistad puede ser tan grande que incluso, además del saludo, te preocupes por la salud de tu amigo/a: ¿Qué tal estamos?, -Un poco pachucho/a , adelgacé seis quilos casi de un tirón. - ¡Oye!, come, no te vaya a coger una anemia....- Si....
La amistad de un grupo, debe ser de mútua ayuda, si no, deja de ser amistad y se convierte en pasotismo mal disimulado.
¡ Qué hermosa es la amistad...! Lo afirmo, porque la estoy viviendo.