lunes, 19 de enero de 2009
A UN DESFILE DE MODELOS
De momento, únicamente una parte de los habitantes de Chile están alterados, muy alterados. La otra, los sensatos, callan.
La noticia dimana de un diseñador, uno de sus paisanos que hará o ya lo hizo -no sigo la noticia -un desfile de modelos en las que participan vírgenes. No digo que las mujeres que desfilan lo sean o no lo sean, hasta ahí podíamos llegar, lo que si sus ropas, se asemejan a la de los iconos vírgenes que ocupan en los altares. Con esa indumentaria igual o muy parecida, caminarán por una pasarela del llamado "Vírgenes fashion show" y lo harán, ante hombres que mirarán sus cuerpos sin perder detalle y mujeres que alabarán los atuendos. Lo sé, porque en una ocasión asistí a uno de estos eventos en Camariñas.
Un abogado, contrario al desfile, pretende que no se autorice, ya que tales vírgenes no son nada recatadas y para más inri, muestran unos grandes pechos. Y que puñetero el tío, no se ha fijado en los hermosos ojos o rostros, directamente su vista enfocó las tetas y la escasa ropa de las mujeres que, a mi juicio, pueden vestir como les venga en gana; además como dice el sabio refrán: "Lo que han de comerse los gusanos, que lo vean los humanos". Y no pasa nada.
Diferente sería, que en tal desfile, se hiciera caricatura para molestar las creencias de muchísima gente, que los comportamientos de las bellas vírgenes rayara en lo pornográfico para alegría de muchos más de los que despotrican y monumental desprecio de los piadosos.
Pienso que el diseñador chileno Ricardo Oyazún, no es ningún imbécil y lo que presenta, es una forma barata de hacerse propaganda porque, estoy seguro de que en estos momentos, en todo el planeta se está hablando de él, tal como yo lo hago.
Hay chapuzas que pretenden ser arte y otras, formas solventes de Arte con mayúscula. Defiendo al diseñador, admiro su inteligencia, mientras apelo a la libertad de todo tipo de expresión. No defiendo, por tanto soy contrario a los que entienden el arte con hacer cualquier locura que en esos momentos les viene a la cabeza. El arte es parto, creación, sufrimiento en medio de maldiciones. Arte no es, lo que un innombrable creía, vendiendo su propio excremento, envasado en pequeñas latitas como si fueran sardinas; hacer arte no es lo que un cabrón -tengo que decirlo- hacía, dejando morir a un pobre perro de hambre mientras la gente - puñetera gente - visitaba su "grandiosa" exposición, riendo la gracia de esa mala bestia; hacer arte, no es embadurnar sin ton ni son un lienzo manifestando luego que quiso representar... vaya usted a saber. Hacer arte puede ser un desfile de modelos, en el que un chileno, viste a unas mujeres de tal o cual manera. De ser así, no es arte entonces, pintar o tallar a la Virgen, con la tez blanca y con cabello rubio, muy rubio, ¿era de esa manera?.
Que se acepta la idea del tal Ricardo, bien; que no se acepta, el mundo continúa dando vueltas con cierta inclinación. Lo malo de todo ello, son los exaltados, no importa que la justicia lo haya autorizado, ellos son la verdadera justicia, la que se ampara en bates de beisbol, en los nunchakus, las armas blancas y en lo alto alguna pistola que sobresale y que el padre le ha prestado.
Esos son los intolerantes, los que tienen a la virgen y a la nación como suya propia, de nadie más y por tanto, les toca defenderla. Espero que algún sensato recuerde tiempos pasados y haga que la sangre no llegue a las alcantarillas.
La libertad de expresión, tan hermosa y tan difícil de conseguir por muchos pueblos -otros esperan-, cuidémosla, no retrocedamos para volver a ser ovejas movidas por el cayado del GRAN pastor estado.
Un buen profesor, Leyra Domínguez, contaba en una ocasión con su gracia, -que la tenía-, el encargo que le habían hecho creo que las Mercedarias. Se trataba de que les pintase una virgen. Cuando finalizó el cuadro y se lo fue a presentar, lo rechazaron porque al parecer la virgen, tenía mucho escote. A cambio si le encargaron que les pintase un Cristo crucificado. En medio de su risa profunda decía, "son mujeres y no quieren ver a una mujer como ellas con escote, pero si quieren ver un hombre que por vestido, sólo lleva un taparrabos"..
Si hay algo que me agrada, es poder caminar en libertad, sin que mil ojos en la sombra, vigilen y dirijan mis pasos.
Huelen tan bien los campos..., y la mar.