viernes, 2 de noviembre de 2007

POR SAN CRISTÓBAL.






Hoy, es un caracol quien me sale al paso. Como circulan vehículos, le ayudo a cruzar llevándolo en volandas. Podrá contar a sus vecinos que un día fué aviador. Y es que la gente que camina, además de saludarse, si es necesario se ayudan.
La mañana está fresca, buena para caminar por parajes a ser posible desconocidos, e ir descubriendo los mínimos detalles que lo conforman y, aunque al final te pierdas, con un poco de paciencia y sentido común, vuelves al lugar de salida.
Un perro que primero me ladra y al que hablándo, hago que se calme, hasta conseguir acariciarlo y él me lo agradece. Pongo en su oído un auricular del MP3, y queda quieto escuchando algo parecido a esta mala traducción. "Conocerte fué un regalo, un regalo que me dió la vida". El perro, permanece quieto, muy quieto, como si entendiese. Allá al fondo ,más hermoso que nunca en medio de una neblina, Ferrol. Hay que continuar.
Caminar, es aliviar el pensamiento y traer a la memoria todos los recuerdos agradables. Por eso, caminar es revivir y hacer camino, que decía el poeta. Probar un día y otro, cambiando siempre de itinerario para que no se haga monótono.

BOFETADAS