Si en tus recuerdos ves algún día
entre la niebla de lo pasado,
surgir la triste memoria mía
media borrada ya por los años,
piensa que fuiste siempre mi anhelo.
Y si el recuerdo de amor tan santo
mueve tu pecho, nubla tu cielo,
llenas de lágrimas tus ojos garzos;
¡ah! no me busques aqui en la tierra
donde he vivido, donde he luchado,
sino en el reino de los sepulcros
donde se encuentran paz y silencio.
- José A. Silva -