¿Por qué cada vez más, nos encontramos solos entre la gente que nos rodea?. Quizás sea por vivir en esta época en donde todo son prisas. He traído estas fotos, porque en ellas, veo la soledad, la maldita soledad.
Mis recuerdos se van entonces a mi niñez, cuando al llegar la hora aproximada del ocaso, salía la gente de sus casas, cada uno con su silla y se reunían en las inmediaciones del portal de sus viviendas.
En aquellas noches hermosas, con apenas luz y el cielo lleno de estrellas, permanecían sentados hablando de sus vivencias del día.
Mientras, los niños, contábamos una, dos, tres, cuatro .... estrellas fugaces que se despendían de su manto.