Presiento que pronto entraremos en el otoño. Lo presiento al mirar a través de la ventana, la palidez del paisaje y del aire al amanecer.
Me gusta el otoño en el campo, pisar y dar patadas a las hojas amarillentas que juegan al "que te cojo" entre ellas. El viento, golpea con fuerza el rostro y la gente se inclina al caminar para vencerlo. Los goznes de una puerta que ha quedado abierta, gimen; no quiero pensar que fuese la del cementerio. En lo alto, una bandada de cuervos luchan contra la tempestad y el sol, sus puestas de sol, pálidas como la sonrisa de un enfermo. ¡Qué hermoso es todo esto!
Estoy soñando de nuevo...... y me gusta.