domingo, 13 de abril de 2008

SEGUIRÁN CAYENDO




Al sol brilló y certero, se fué hundiendo una, dos tres y hasta once veces en la espalda de la mujer que trataba de escapar. Quedó tendida en el suelo agarrándose al bordillo de la acera. Del interior de su cuerpo iban saliendo a borbotones, amapolas de un rojo intenso, profundo. ¿Por qué lo hiciste?, preguntaron al hombre más tarde. -Porque salía con otro hombre- respondió mirando al suelo. Llevaban dos años divorciados.
Algo parecido a lo que cuento, viene sucediendo a diario. Todos los días la misma noticia que no cesa y siempre, siempre son las mujeres las que terminan besando el trozo de suelo que les ve morir.
Dicen que ello se da sobre todo, entre personas de otras nacionalidades que vienen a vivir a nuestras tierras. Me da la impresión que en algunos lugares de origen, la mujer queda en casa como quedaban nuestras abuelas, mientras el marido zanganea calle arriba, calle abajo en busca de alegrías. Más tarde y ya en nuestro pais, la mujer que llega, al ver la forma de vida de nuestras mujeres, que gozan de unas libertades ganadas a pulso; quiere hacer lo mismo, porque le gusta, porque es buena esa forma de vida y es entonces cuando el macho cabrío nota que pierde terreno, que pierde mandato y cobarde, porque lo son, termina con la vida de quien ha pasado noches de insomnio esperando que llegase a casa, dejando de comer para que él comiese, tragando sus malditos insultos y bofetadas. ¿Por qué lo has hecho?, le habrán preguntado y él habrá respondido -Porque la quería dentro de casa, en la calle no se le perdía nada-.
No saben, ni lo aprenderán , que las mujeres, tanto aquí como en Zambia como en la Patagonia, como en cualquier parte del mundo, nacen libres. La libertad, el trabajo y el amor, les deben de acompañar a lo largo de sus vidas. Siendo así, por qué hay tanto hijo de mala madre que no respeta cualquier decisión que tomen, una a una y todas las mujeres de la tierra juntas.
Hay otros tipos de maltratadores, el de los niños que ya hablaremos de ellos y ese hijo de la gran p. que se considera "artista" y maltrata a un pobre perro, dejándole morir de hambre a la vista de los hijos de p. que presencian en la exposición, que disfrutan como el pobre animal poco a poco, va sucumbiendo entre aplausos. Esta aberración, tenía de decirla. También son maltratadores. Hace tiempo, que me pesa como una losa.
Vivo todos los días entre mujeres, son personas fantásticas que cuanto más las conozco más las valoro. Confían en mi y yo en ellas y las conversaciones, se hacen más enriquecedoras. Se aprende al fin, lo hermosa que puede llegar a ser una persona sensible y el mútuo respeto, la sonrisa de aprobación cuando hablas sobre un tema y la capacidad y ansias de superar los conocimientos, y el saber reir las mil y una tonterías que digo a lo largo del día....
Pandilla de bestias, si no las quereis tal como son, al menos respetarlas y dejarlas vivir, porque tienen derecho a la Vida y no sois quienes para quitársela; pero estoy seguro, maldita sea, que seguirán cayendo una tras otra como moscas y nadie, nadie moverá un dedo.
Será que el otro las está poniendo a prueba, tal como me decía un religioso ,ante la muerte de un niño.

BOFETADAS