jueves, 3 de abril de 2008

HELINA QUE ESTÁS EN LOS CIELOS.






Ayer tarde me hablaron de ti con una dulzura, que mismo creí que eras tu la que hablabas, y que por boca de otra persona le ponías voz, pues sonaba a susurro de ángeles. Mientras lo hacía, noté como el ambiente se llenaba de perfume de miles y miles de flores, que nacen en diferentes lugares de nuestra Europa.
Helina es tarde, me hubiera gustado haberte conocido antes de tu marcha, quisiera hablar y no pude, con todos aquellos que se han ido con el equipaje ligero, sencillo, sin peso alguno, para abrazarles y decirles que siguen, que continuais entre nosotros por siempre.
Ayer tarde, mientras me leían la poesía, los versos, uno a uno iban subiendo hacia ti como una oración amorosa, ¡ah!, si no te fueras.... Pronto, muy pronto nos vamos a reunir y quizás tu vendrías con todos, quizás en la mesa me dirías que te pasase el agua, o la sal, o por qué no, una sonrisa de complicidad ya que el idioma no nos ayudaría a más.
Desde lo alto, desde ahí que todo lo ves, ampáranos mientras no nos llega la hora. Por mi, al menos, no tendrás que esperar mucho, lo se, lo presiento. Entonces pido, que el puñetero Babel no exista y podamos entendernos para poder contarte cosas que antes no me dió tiempo, para decirte cómo me fueron los estudios, para hablarte de la bondad de mis compañeros, de su alegría, de sus corazones grandes como los barcos que construyen en mi Ferrol.
Ayer me han leído en silencio, con voz casi inaudible, en señal de respeto, una hermosa poesía que de verdad, y tu lo sabes, me llego al alma. No soy poeta, ni por asomos, pero desde la humildad te saludo, te recordaré ahora que se en donde brillas, rodeada de estrellas, tal como antes siempre te rodeaban las mariposas.
Me queda poco, hay que dejar sitio, te buscaré y te diré lo mucho que te quieren los Senior de Coruña y de Ferrol. Aquí, has dejado buenos amigos que te están recordando. Lo sé.
Ayer me han leído una poesía. Ayer mientras lo hacían, se me abrió el alma y ha salido una paloma que en el pico te llevaba flores, y el deseo de que ahora no pases el frío de tu tierra, allá en el Norte.
Descansa en paz, que mientras, para nosotros lo sabes, seguirás viviendo por los siglos de los siglos, amen.

BOFETADAS