Me gusta el trabajo que realizan las mujeres y los hombres, que cosen las redes de los pequeros, al borde de los muelles. Inmensas redes que lo cubren todo, son "escaneadas" paso a paso, en busca del más mínimo desperfecto.
Unas manos ágiles trenzan y unen roturas ayudadas por el pie como tercera mano, y lo hacen, a una velocidad de vértigo; al mismo tiempo, entre ellas, ríen a causa de historias que se cuentan.
Vaya hoy mi admiración con mis recuerdos para Emnilia, Dolores y Teresiña.