jueves, 23 de agosto de 2007

MARISQUEO A FLOTE






Porque amo la mar, he tenido la suerte de navegar muchas horas a bordo de embarcaciones de vigilancia. Puedo por tanto decir, que conozco bastante esta profesión, dura profesión del marisqueo a flote.
No importa que haga frío o calor intensos, hay que llevar el sustento a sus familias. Aquí, si que se gana el pan con el sudor, pues no consiste sólo en tirar la "rañoa" al fondo, hay que izarla bastantes metros, a pulso, para conseguir cuatro o cinco almejas -cuando vienen-, en cada tirada.
Los riñones duelen, las manos sangran, el alma duele pendiente del mañana.
No hay horario de trabajo. El horario lo marcan las mareas.
Un recuerdo emocionado, para el pequeño Juancito Pardavila, quien, trabajando en Las Pías, dejó el alma y su vida.

BOFETADAS