Creemos que obramos con rectitud y a las veces, cegados, sin pensar en las consecuencias, al igual que dios, escribimos y aramos -en este caso- con renglones torcidos.
Quién manejó el arado, ¿tendrá la conciencia tranquila?. Quien falla a un amigo/a ¿sería capaz de hacer los surcos más rectos? o por el contrario, quedaría como un "espantallo". Difícil cuestión....