El día anterior, la borrasca veraniega, nos zarandeó la barca. Pero hoy, la luz, el sol en su plenitud, lo inunda todo. Hasta las sombras dejan de ser duras y participan de tanta alegría. Siempre conocí la sapiencia de la Naturaleza y la amo desde muy niño. Me ha enseñado mucho y lo memoricé porque formaba parte de mi y como no, yo de ella.