miércoles, 6 de febrero de 2008
LUZ Y VIDA QUE CAMBIAN
Aunque pase quinientas veces ante un paisaje, cada vez lo veo diferente, cambiado, como si una mano poderosa lo moviera y retocara sus colores. Ya se en quien estais pensando, más si yo creyese que ello es posible, no comenzaría escribiendo de esa manera.
El paisaje se mueve sólo, sin nadie que le ayude, bueno, si que hay alguien muy importante, se llama luz. La noche negra, negación de la luz aunque a veces participe en ella el azul; cielo cubierto; cubierto con gran intensidad de luz; lluvia; luz del amanecer; del mediodía; del ocaso; de todas las horas del día, de todos los meses de la vida. Y esa luz, la del sol, ¿quién la puso ahí...? pregunta altanero ese cura que tan mal concepto tiene de mi a causa de mi ínfima fé... Se que me revolvería y le diría -¡estudia, coño, estudia!, ¡déjate de contar y recontar las colectas!. La ciencia conoce y ha transmitido, de donde ha surgido el sol y tantos universos como hay. La fé es irreal; la ciencia, todo lo contrario, si afirman y confirman, es que está sobradamente probado.
Intento ser respetuoso con las gentes. Recibo muchos correos, muchos mails en la jerga; en algunos, el protagonista es el dios de los católicos. Los leo -no todos porque algunos me parece que rozan la ilegalidad -, y los respondo con cariño, y ese respeto que muestro, quiero que también me lo muestren con mis ideas. Incluso, si me deja en paz, también puedo respetar a ese cura que no para de contar y recontar monedas.
Cuando caminas entre una arboleda frondosa, que deja pasar rayos de sol de tramo en tramo, los autos y las personas no se dejan ver y los auriculares emiten una música a la que no prestas atención pero que te agrada y te acompaña, se va pensando en una y mil cosas, no hay como la paz para que fluyan las ideas pasadas, presentes y futuras. Para predecir las futuras, cosa harto difícil, hay que coserse un loro vivo sobre el hombro, para que no escape, y con el tiempo te irá adelantando acontecimientos venideros. Uno, lo tengo seguro.
En un claro, hago una parada y desde mi atalaya,observo y me dan pena, esas mujeres que siempre, siempre veo, trabajando los campos como hormigas, sin levantar nunca el rostro del suelo. Quitan y ponen plantas y se me da por pensar en esos momentos, si llevará luto por un hijo que se lo llevó la mar, o se le murió en accidente de tráfico o quizás su marido, en la cama finalizando sus días por culpa de un puñetero cáncer, ¿ y fumaba?,- no, no fumaba-; ¿nunca?-nunca, señor- ¿y bebia mucho?,- nunca bebió- .¡Ah!.
Es por eso que nunca se pone de pié, es por eso que no eleva la cabeza, porque llora continuamente en soledad, porque nadie la consuela, porque se ve sola y la soledad en una aldea .... qué largas las horas, qué largos los amaneceres y el tejado con goteras, ¿cuánto cobrará un albañil?, preguntó en una ocasión. Le dijeron que tiene que estar asegurado, le han dicho que tienen que subir al tejado con zapatos de goma especial y lo principal, se amarre bien a la chiminea - si la chimenea está para caerse... piensa ella -, y que le traigan la factura, para poder reclamar, que lo dijeron en la tele- Facturas..... de qué, si no tiene dinero, el poco que tenía los medicamentos y los médicos se lo han llevado. ¡ Es qué no habrá un buen vecino que le coloque bien una teja que se le ha movido!, ¡si la casa levanta apenas dos metros del suelo....!. Vida.
El otro, vuelve a contar, por enésima vez, el dinero de la coleta y de los cepillos que tiene distribuídos por toda la iglesia: "Para santa Ana", "Para san Lucas", "Para san Pascual", "Para el obispo", "Para Cristo"..... Con qué fervor espera las misas de los sábados tarde y los domingos en que va más gente.
Por la tarde un bautizo.... y un entierro. Mañana, el Señor proveerá......
Luz cambiante.
La vida que surge, la vida que se termina. Siempre cambiantes.