miércoles, 5 de octubre de 2011

QUE ME QUEDE COMO ESTOY...







Es a una hora muy temprana, cuando escucho una emisora de radio.  Hablan de la revista Interviú que tantas y tantas alegrías nos dio en nuestros años mozos y que al parecer, acaba de salir a la venta con desnudos de la duquesa de Alba.  Dicen que hay en su interior  unos treinta y a mi me parece mucho despelote para una sesión fotográfica, sobre todo porque se trata de una persona ya mayor.  Aclaran que se los hicieron a traición hace unos treinta años.  Amigo, entonces la cosa cambia, en aquel tiempo aún se podía adivinar  lo bien que había estaba formada en sus años mozos y es que con el paso del tiempo, unos retoques que le hicieron en el rostro de muy mala manera y algunas que otras pequeñeces, no la dejaron en muy buenas condiciones.  No la conocí cuando era joven, pero he visto fotos suyas y aseguro que era de una belleza despampanante, vamos, que traía al personal por el camino de la amargura.  A los lacayos también, lo aclaro porque me lo están preguntando.
No pierdo tiempo y salgo de casa caminando tranquilo a la tienda para hacerme con la revista,  Cuando la pido, la mujer me dice que no queda y para más inri que está agotada en todo Ferrol. De vuelta a casa entro en otra tienda por si le queda alguna de esas que guardan como encargos y que luego no aparecen los compradores.  Me dice la vendedora, que desde las siete de la mañana ya había cola para comprarla. ¿Quiénes hacían cola?, le pregunto amable.  Su respuesta me deja seco, me dice sin contemplaciones que es secreto de vendedor y no me lo dirá. Será cuestión de esperar a la segunda edición, pero prometo que no haré cola.
Pienso, que si los niños y los jóvenes no la compran, las niñas tampoco, quienes han acaparado la dichosa publicación han sido las amas de casa y los viejos, los de su quinta, pero me da que de menos edad también, los tristes y aburridos que pueblan los bancos de los parques pendientes de las parejas, que siempre los hubo.
Le digo a la vendedora que me guarde una, que me interesa mucho un artículo que viene en su interior, recuerdos de años pasados cuando los hombres compraban el Interviú y al  mismo tiempo cualquier otro diario  para  en medio de él, guardar y esconder la revista de despelote ibérico..  Me dice que nones, que no me la guarda, que me ponga a la fila como el resto. Y es cierto, ya se ha formado una muy larga de mujeres y viejos.  A uno que pregunto me dice que es para sentarse encima, sólo para eso, que es una revista muy blanda y no lastima los huesos del trasero.  Será puñetero...
María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de  Silva Falcó  y  Gusturbay,  debía  ser la puñeta en clase. Cuando el profe  nombraba a una compañera para salir al encerado; siempre se levantaba la Cayetana pensando que la citaban; ahora bien, a la hora de recibir regalos por su santo..., no hay derecho. Cuando la bautizaron, no había tele, pero retransmitieron el bautizo por la radio.  A todas las amas de casa, se les quemó la comida mientras el locutor iba citando uno a uno los nombre de la neófita y es que a cada uno que pronunciaba el obispo, chorrete de agua por la cabeza, no la ahogaron de puro milagro, es cierto, hasta salió en el Correo de Andalucía.  A cada chorrete los presentes soltaban un "olé" como si estuviesen en los toros,  así salió de zalamera.
Mujer independiente y sin prejuicios, de ahí las fotos que hace treinta años más o menos, un paparazzi agazapado en una de tantas calas que la isla de Mallorca tiene, se aprovechase de la mujer que como muchas otras, disfrutaba de un día de sol, como le daba la gana.  Pienso que después de tantos años, tales fotos no deberían de ser publicadas y menos a estas alturas en que su boda está muy próxima.  En la redacciones, hay muchos cajones que guardan mucha vida alegre de  gentes españolas, de la gente guapa que es lo que interesa -también las hay muy feas- pero todas dan juego y venden revistas. A que viene ahora publicar las de la Duquesa que a ella al fin y al cabo, tal como es, le importa un carajo, pero no así,  a la gente que viene detrás, sus hijos.
Le han preguntado al fotógrafo y con toda cararadura dice que es un buen regalo para la dama.  Me da que no sabe en donde se ha metido él y la revista porque, es de suponer que la demanda será apoteósica, tontos serían y es que la intromisión en la intimidad de las personas a mi pobre juício, existe; dado que la buena mujer no paseaba en cueros por medio de una playa abarrotada de gente y si lo hacía, en un lugar apartado, intentando de ese modo evitar a los mirones y en donde tomó el sol porque le vino en gana, derecho fundamental de las personas de vivir en libertad y allí, sin nadie a su  alrededor, vivía.
Ya no compraré el Interviú de marras.  En una peluquería que entré, he visto la portada porque alguien devoraba el contenido y no permite ver el interior.  Pues bien, para aquella edad, estaba fantástica, que le voy a decir, lo que siento, es la tristeza que se habrá apoderado de ella a punto de casarse. Señora,  no rece al Cristo, que por muchos favores que haga, no parará el mundo y la publicación pasará de mano en mano aunque prometo que no la veré, no quiero participar en una merienda de negros, pero Duquesa, también le digo que en la portada, luce usted maravillosamente bien. Que coño...
Y si la señora anda cabreada, no te digo como anda el novio ahora que ha comenzado a conocer la gente guapa del Reino, no sabe en donde se ha metido.  Lo que si me parece, por su amplia sonrisa, por supuesto fingida, que está olvidando a una velocidad endiablada, que hace cuatro días, no más, era uno de tantos funcionarios que acudían a su trabajo, periódico bajo el brazo que es como se debe caminar, para leer por la tarde, que es lo que siempre se dice.
Hace un tiempo, pensaba yo, que ese noviazgo era cosa de dos días, por lo achuchada que andaba la buena mujer, pero mira por donde, en un momento de amorío se quita unos veinte años de encima, camina mucho mejor, de vez en cuando ríe mientras mira a lo alto que es como ríen las grandes damas y otros cientos de veces se cabrea con el personal, con toda razón por las preguntas impertinentes que le hacen.  Lo que sé, es que el amor rejuvenece y de ser así, merece la pena volver a empezar todos los años hasta llegar de nuevo a la infancia que con lo que sé, me iban volver a coger para las procesiones, para ir de visita a otras casas, para ir con la abuela al rosario, para ir a los recados y nadie, nadie en el colegio me pondría la mano encima. Seguro.
Estoy pensando que a partir de ahora habrá que bautizar de nuevo al novio, colocarle en el libro registro tantos nombres como ella lleva, también el sastre o los sastres porque con es gente ya se sabe, le tendrán que coser un traje de domador, como el que llevaba el jinete en la boda de su hermana. Le harán leer y mucho, los suceso de la familia a lo largo de la historia, lo que callarán es que en los Países Bajos todavía, cuando el niño no quiere dormir, que está peleón, vamos; le dicen que llamarán al duque de Alba y se quedan fritos al momento, tanto pavor le tienen.
Alfonso, que así se llama el futuro esposo, tendrá que aprender a montar a caballo con lo que duele el culo y las piernas.  Caerá una cuantas veces al suelo pero ellos lo ven normal aunque se descoyunte los huesos. Tendrá que caminar derecho, como una tabla y si gira la cabeza, no lo hará el cuerpo. Conocerá todo el ritual de la mesa y de la misa, dormirá de gorro en la cabeza y orinalin bajo el lecho del que cuelga una mosquitera. Desayunará paciente mientras ojea las noticias que atañen a la Casa, que son las que interesan.  Paseará en calesa erguido, no podrá fumar, no podrá comer a deshoras y si pasa bajo un melocotonero de frutos maduros, no podrá alzar el brazo que es costumbre.
Echarás de menos aquellos bocadillos de anchoas con queso que te ponía la señora Antonia, la del quiosco. Ya no te podrá chorrear el aceite entre los dedos mientras aprietas la barra.  Se fastidiaron para siempre las partidas de dominó en el café, te olvidarás de los verdaderos amigos a partir de hoy, que caminas vestido de chaqué gris perla porque la boda será al mediodía y no cuadra el negro. Te volverás pijo, que es lo peor que le puede pasar a una persona. Allá tú.
Y de momento algunos familiares no irán a la boda, que el uno por recibir insultos y la niña que ha cogido una varicela galopante. El hijo que no va, al parecer, no hereda que la herencia la ha repartido en vida para que le permitan contraer matrimonio, ¡ah!, los pequeños hijitos cuanto saben y hasta el caballista -no confundir con caballero- no dice ni pío.
Y de nuevo ha llegado el "amor", y la pareja que pronto serán gran Dama y esposo que a narices tendrá que comportarse de otra manera más altanera, veremos con el tiempo, como trata a los lacayos.
Larga vida a los novios.  Ella con ochenta y cinco años que, no se, no se; claro que, que cada vez que da un paso cercano para el otro mundo, si  lo que se muere es uno de sus nombres, entonces Alfonso tendrá amor para rato.
Y yo que así lo deseo y me alegro un montón.  Larga vida a la pareja.
Amén.

BOFETADAS