lunes, 13 de agosto de 2012

SI YO TUVIESE UN YERNO







Cuando niños, recitábamos: Era un rey, que tenía tres hijos, los metió en un botijo, los tiró por el río abajo, ¡manda carajo!. Deseábamos que llegase pronto aquel ¡manda carajo! porque a continuación, las risas se podía escuchar al otro lado de la Ría.


Hoy, si continuásemos niños, seguramente modificaríamos la letra: Era un rey, que tenía un yerno…

Conocí a un chaval que al preguntarle para qué iba estudiar, decía que para Franco. Hoy, la carrera, le sería mucho más difícil, para rey no hay estudios para llegar a ser rey, también debe ser la puñeta, ¿cuántos asesores tendrá el rey si el presidente de gobierno tiene unos ciento veinticinco?. La pera. Lo que yo daría por tener media, tan sólo media docena de asesores que me indicaran en donde están más baratas las cámaras de fotos, los ordenadores, sus programas y las barras americanas en las que puedes entrar sin llevar corbata y calcetines de colores. Tampoco pido muchos asesores. Bueno, otro que me cepillara la espalda, tan sólo la espalda hasta la cintura. Que nadie se pase, que no van por ahí los tiros.

Si yo fuera rey, a la parienta, le tendría que decir: ¿Has dormido bien, mi reina?, ¿tienes hambre, mi reina?, ¿ mi reina, sacamos hoy la carroza real o el Rolls Royce?. Y ella, que en la boca se ha pintado un corazón de carmín, alzaría la mano y meneando el pañuelo salerosa, contestaría: Hoy tengo ganas de carroza…, rey mío…

Por eso, por otras cosas más que no vienen a cuento, no me gustaría ser rey. El rey no se hace, se nace como antes he dicho; es igual que nazca listo que salga tonto, que aparezca sin media cabeza; es rey y hay que aguantarlo, pero a un yerno… Y la chulería con que camina, que parece no se ha comido un jurel… Es la prepotencia al lado de la banca. Es del todo lógico, donde hay yernos hay dinero y donde hay dinero también puede haber banqueros o ladrones que todos caben en la viña del Señor.

Pero es que el banquero nace de la usura, se le ve venir y conoces que como te acerques a él, te va dejar en pelotas si puede y tú, idiota, ni te vas enterar. El rey por ser rey, como el del cuento, puede ir en pelotas por la calle que todos lo verán vestido con ricos ropajes, que para eso es el mandamás, pero tú, no se te ocurra caminar como la vida te trajo al mundo, que te apedrean o te llevan para el Play Boy. Tu verás.

Quien puso el oro como patrón de la moneda, me cuentan que lo hizo, porque en sus grandes extensiones de terreno, lo había a lotes, no hacía falta cavar mucho, todo el campo al darle el sol, era oro. Si en vez de ser oro es plomo, nos forramos. Quien puso los bancos con vigilantes, con alarmas, flaco favor hizo a los pobres que no tienen un campo de oro y si lo tuvieran, se volverían cabrones banqueros, también de Rolls y criados con librera, y carrozas doradas como las que tiene la reina de Inglaterra o alguna que hay en el museo de carruajes en la Capital.

Dios, también se equivoca cuando dice lo de ganarás el pan…, los hay que no sudan ni una gota durante su vida de festejos y amaneceres al lado de un río que la fresca, hace bien al alma. No son banqueros ni reyes pero, viven de ellos e incluso los invitan a sus fiestas en las que todos, incluso los banqueros y el rey de turno, se despelotan, se lanzan a la piscina completamente borrachos y algunos, que no saben nadar no importa, en los extremos de la gran piscina y hasta en el centro, unos cuantos eunucos excelentes nadadores que en su día atravesaron el estrecho de Gibraltar, les sacarán en volandas o con gran alegría, todo depende de la inclinación que tenga el ínclito y nunca mejor dicho. También digo, que me gustaría conocer qué toman cuando despiertan porque se quedan nuevos, mientras que el pobre, tiene que aguantar horas y horas con un enorme resacón. Quizás sea la bebida, que unos toman alcohol de rocío y el pobre, alcohol de desechos.

Me gustaría ser un yerno de rey, un yerno que al caminar mirase hacia las campanas de las iglesias, altanero, bien planchado, con un buen fajo de billetes –aunque sean falsos- en el bolsillo, que falsos, si no los gastas, también hacen mucha ilusión y a falta del Rolls, un taxi limpio y a poder ser, el chófer lleve gorra gris también reluciente. Un chófer que me de los buenos días con una inclinación mientras le suelto un billete falso, billete que se volverá loco para “colarlo” en el mercado que es ahí donde mejor se “cuelan” y es que los billetes que reparto, son de dos mil euros, que es mucho dinero para una propina, pero así soy yo de altanero.

Una vez, a sabiendas, le di a un compañeros una moneda de cincuenta pesetas –ya sin valor- para que pagase el bus, esperando le armara el chófer un follón. Me lo imaginaba a gritos contra quien le había intentado “colar” una moneda, pero no. El chófer la metió en un departamento de una caja de madera, le entregó amable el cambio y yo, quedé como lo que siempre vengo siendo, que sí, como un idiota perdida la mirada en los árboles que pasaban a toda velocidad.

Si yo fuera yernísimo. Franco también lo tuvo. No sé qué diablos tienen los yernos, que el otro hasta operaba a corazón abierto. Me dicen que le tenían que sujetar la mano en la que llevaba el bisturí para hacer el corte más o menos recto, que si no, hacía una de aquellas líneas quebradas que estudiábamos cuando niños. Cuando había festejos o una boda, se vestía de domador al que sólo faltaban dos pistolas al cinto pero, su suegro, hacía un tiempo que se las había quitado por las barbaridades que hacía en un monte que llamaban del Pardo. Cazaba a pistola, los ciervos.

Si yo fuera rey, seguramente también tendrían un yerno y el yerno me saldría rana, tendría que aguantarlo mientras poco a poco lo iba odiando más, como me haría buenos regalos…, me aguantaría la hija y los nietos con el follón que dan… Y aunque fuese torpe, cualquier banquero, lo acogería con tal de ser mi amigo.

De momento, quiero seguir siendo amigo de los pobres que en definitiva son los más felices y hasta, duermen con la puerta de la casa abierta. Eso es un lujo que no está al alcance de los ricos. Ni de coña.





BOFETADAS