viernes, 7 de marzo de 2008

LAS VOTACIONES





Cerca de mi, una niña canta....
Mi pelota/ salta y bota/ si la pierdo/ me compran otra. Y así, se puede estar votando cada cuatro años.
Mi amigo Lorenzo, bueno donde los haya, nieto de españoles, hijo de españoles, español, es apátrida mundial. No tiene papeles, no existe en el censo, pero se le puede ver y tocar. Sin derecho a ventanilla alguna, ni a un nuevo bautismo, comunión, santificación o deberes del buen cristiano.
Hace años, unos quince, durante unas votaciones a presidente de la nación, mi amigo Lorenzo subió al púlpito de la iglesias del Cármen y arengó a un grupo de ancianas que rezaban, para que no acudiesen a votar, ... que todos eran iguales ... que unicamente pensaban en su bolsillo... que el pueblo moría de hambre con ellos... que Jesús nunca había acudido a votar.... que se ganan indulgencias plenarias, dice el papa, si no se acude. Un sindicalista que pasaba escuchó desde la puerta como discurseaba, dió cuenta a la autoridad, que le detiene. Un día en que la clase política efectuaba una de tantas comidas de trabajo - tal como hacen los pobres-, alguien pensó en Lorenzo y acordaron entre grandes juergas borrar a mi amigo de todos los documentos y papeles, amén de quitarle el DNI, para que no pudiera votar en mesa alguna. Lorenzo, el bueno de Lorenzo al enterarse por ellos, no le dió importancia, se rió de los allí presentes y, para comenzar una nueva vida marchó a Madrid.
Un día de tantos, que deambulaba por Bravo Murillo en busca de sustento, se le acercó una pareja de guardias y quienes, tras saludarle brevemente llevándose un dedo a la visera de la gorra, le pidieron la documentación. Lorenzo ufano y con aires de conquistador les dijo que era español, español. ¡¡ Papeles!!. Aquello le sonó a una descarga de fusilería. Al poco, era trasladado a los bien cuidados calabozos de Usera.
Pasan los días y siempre haciéndole la misma pregunta: - ¿De qué pais africano eres?, coño, ¡responde...!. Un día, ya cansado, les dice: - Soy de Kunguruto-. ¡ Hombre! dice el guardia, ya tenemos otro kunguruteño; mañana mismo eres deportado.
Vuela al siguiente día para ese país y allí, las fuerzas vivas - doce habitantes- le esperan. Al verle bajar del avión, la gente negra niega: - Eze no é de coló -. El caso es que permanece unos meses en esa aldea y mientras construye una patera con la que viene a España de nuevo. Vuelve a entrar en prisión, en ella, su primo reniega de él, sus padres reniegan de él. Todos, reniegan de Lorenzo.
De nuevo las votaciones, quiere votar, no puede porque no tiene papeles y de nuevo para Kunguruto en donde a estas horas, le han nombrado rey, es el rey de una nación muy pequeña pero que tiene relaciones diplomáticas con España que le invitan a dar conferencias sobre " el tratamiento de la madera en climas tropicales", acude a reuniones al más alto nivel, es aclamado por la clase gobernante, por la clase obrera, por su primo, por sus padres y vive en hoteles de lujo, en donde le dicen don Lorenzín, por el acento cuabano que ahora tiene.
Lorenzo kunguruteño, ahora, sin más, vive como un político.
Estas cosas, y otras muchas, son las que nos regala la vida. Vida.
A lo lejos, muy a lo lejos, una niña canta......
Mi pelota/ salta y bota/ si la pierdo/ me compran otra.

BOFETADAS